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El polémico caso del hombre que pesa 778 libras y fue dado de alta del hospital por ordenar pizza

Steven John Assanti, de casi 800 libras, dentro de la camioneta de su padre tras ser echado de un hospital por ordenar pizza. (NBC)
Steven John Assanti, de casi 800 libras, dentro de la camioneta de su padre tras ser echado de un hospital por ordenar pizza. (NBC)

La historia reciente de Steven John Assanti tiene aristas tragicómicas: por un lado es una persona con un grave problema médico pesa 778 libras, no puede valerse por sí mismo y está en riesgo de graves padecimientos– pero por el otro ha mostrado una falta de sentido común que le habría arrebatado oportunidades y mostrado como una persona conflictiva.

Assanti, de 33 años de edad, pasó 80 días en el Hospital de Rhode Island con el objetivo de bajar de peso hasta las 550 libras y entonces someterse a una cirugía de bypass gástrico y poder hacer frente a su enorme problema de obesidad. Assanti es tan voluminoso que prácticamente no puede hacer nada por sí mismo, tiene movilidad mínima y requiere de asistencia para las cosas más simples.

Al parecer, en ese hospital él logró cierto progreso y bajó 20 libras de peso pero, entonces, su "adicción a la comida”, como él mismo la caracteriza, le hizo una jugarreta. Como señaló el periódico The Washington Post, Assanti no pudo resistir la tentación de celebrar su logro y, estando internado en el hospital, ordenó una pizza, con lo que habría violado la estricta dieta prescrita por los médicos que lo atendían.

Ante ello, el Hospital de Rhode Island determinó no continuar con el tratamiento de Assanti, lo dio de alta y, con ello, el joven tuvo que dejar el lugar. Pero dado que él requiere atención especializada de modo constante (su padre, Steven Veillette incluso considera que la vida de su hijo corre peligro si no tiene cuidados profesionales), el hecho de haberse quedado en la calle se volvió un problema mayúsculo.

Como lo señaló la televisora NBC, volver a casa no era una opción y por ello el joven quedó confinado a la camioneta de su padre, en espera de hallar algún otro hospital que quisiera recibirlo.

Así, Assanti presentó su situación casi como una suerte de abuso, de tremenda exageración de parte del hospital: abandonarlo en la calle, incluso con riesgo para su vida, solo por haber ordenado una pizza. La noticia resonó como un escándalo, una injusticia, y cobró cierta viralidad en Internet.

Pero las cosas no serían tan simples. Y quizá el asunto de la pizza sólo habría sido la gota que derramó el vaso en la relación de Assanti con el Hospital de Rhode Island donde era atendido.

Como relató el periódico Daily Mail, las actitudes de Assanti hacia las enfermeras y en general hacia los servicios médicos que lo han atendido anteriormente no han sido precisamente amables o agradecidas.

En videos tomados por el propio Assanti y colocados en YouTube se le ve, por ejemplo, gritando decenas de veces a una enfermera porque uno de los aparatos médicos que lo asistían comenzó a emitir sonidos. La gritería es considerable al grado de que el propio Assanti considera en un comentario en YouTube que ese video lo muestra “abusando del personal del hospital”. En otro episodio mencionado por el Daily Mail, Assanti hace en un video acres comentarios en los que con fuerte sarcasmo agradece a los contribuyentes por pagar su tratamiento y permitirle tener, además de comida, medicamentos y computadoras, un urinal donde hacer sus necesidades.

En cuentas de YouTube asociadas a Assanti, se pueden ver otros videos grabados por él, por lo general con títulos que muestran un humor ácido y confrontacional. Pero debe señalarse que los videos a los que hace alusión el Daily Mail fueron grabados hace unos 3 años y no puede desprenderse solo de ellos que la actitud presente de Assanti ante los médicos y enfermeras que lo atendían en el Hospital de Rhode Island fuera irrespetuosa u ofensiva.

Pero, en el entendido de que ese centro médico no ha comentado su decisión de echar a Assanti por razones de confidencialidad, uno puede suponer que ordenar pizza, en abierta violación a las reglas de su tratamiento médico, mostró que Assanti no se tomó en serio su condición y lo que en ese hospital se le ofrecía. Y por eso la decisión de terminar su relación con él.

Es difícil saber qué es lo que realmente sucedió y si hubo o no una injusticia en su caso (pues Assanti mismo ha reconocido que rompió las reglas del hospital) pero, al parecer, el padre habría logrado que su hijo sea recibido temporalmente en el Hospital Kent, también en Rhode Island. Y Assanti, en un nuevo video suyo, agradeció la simpatía mostrada hacia él y reconoció tener en su peso un grave problema. Pero al mismo tiempo en otros videos colocados en su página de Facebook él reincidió en su actitud retadora y “agradeció” a los que lo han criticado por el contenido de unos videos de años atrás por haberlo hecho famoso.

Definitivamente Assanti no está a dieta de orgullo.