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Documentan en video la venta "legal" de un arma a una joven bipolar

Los casos de muertes violentas con armas de fuego que han golpeado y conmocionado al país en tiempos recientes han puesto sobre la mesa de la opinión pública el espinoso tema de la tremenda disponibilidad de armamento, legal o ilegal, que existe en el país y la facilidad con la que muchas personas se hacen de él.

Sucesos como el tiroteo masivo en el que murieron 20 niños en la escuela Sandy Hook en Newton, Connecticut, o el asesinato reciente de dos policías en Nueva York son ejemplos de la acción criminal de personas desequilibradas que, gracias al acceso a las armas de las que dispusieron y a la falta de atención suficiente y oportuna para sus problemas mentales, culminó en brutales y desgarradoras tragedias.

Sammi compró un revólver pese a tener antecedentes de salud mental en un video tomado con cámara oculta. (Captura de video / Vocativ)
Sammi compró un revólver pese a tener antecedentes de salud mental en un video tomado con cámara oculta. (Captura de video / Vocativ)

Existen normas para regular la compra-venta legal de armas, y el pilar de todo ello es la revisión de antecedentes de las personas que intentan adquirirlas. El objetivo de tal revisión es prevenir que personas con un récord criminal o que han sido atendidas por trastornos mentales tengan acceso a armas de fuego.

Pero hay modos de burlar esa restricción nominal, lo que resulta inquietante. Para documentar esa posibilidad la cadena MSNBC y el portal Vocativ realizaron un singular experimento. Invitaron a la joven Sammi, de 27 años y conocida en las redes sociales porque ha documentado en YouTube sus reflexiones sobre lo que ha sido para ella vivir con trastorno bipolar. Ella ha contado como, además de padecer numerosas situaciones y conflictos por su enfermedad, estuvo en un hospital de salud mental en dos ocasiones, una de ellas de modo involuntario y conducida allí por la policía. Así, Vocativ acompañó a Sammi con cámaras ocultas y la llevó a una tienda de armas para ver si podía superar los trámites, revisión de antecedentes incluida, y comprar un arma.

Ya en la tienda, el vendedor le preguntó a Sammi qué arma le interesaba y le dijo que, al no tener experiencia de tiro, lo recomendable era un revólver por su facilidad de uso. Luego le pidió a la joven su licencia de conducir y le preguntó, siguiendo los requisitos del formato de revisión de antecedentes, si había sido en algún momento declarada mentalmente incapacitada. Era el momento de la verdad. Ella respondió que sí había estado internada por varios días en una institución de salud mental tiempo atrás pero que ningún juez la había declarado incapaz. Eso bastó y 20 minutos después Sammi salió de la tienda con su flamante revólver. Todo quedó registrado en video.

El vendedor de una tienda de armas habla a Sammi sobre los requisitos y restricciones para comprar una pistola. (Captura de video/Vocativ)
El vendedor de una tienda de armas habla a Sammi sobre los requisitos y restricciones para comprar una pistola. (Captura de video/Vocativ)

Haber estado diagnosticada con trastorno bipolar, con impulsos suicidas y sujeta a medicación e incluso haber sido internada dos veces en el hospital, una de ellas llevada a ese lugar por la policía, no fueron suficientes motivos para negarle la adquisición de un arma.

La razón, indicó Vocativ, es que las autoridades estatales sólo comparten con las autoridades federales muy pocos de los archivos de personas diagnosticadas con trastornos mentales. Así, el sistema de verificación de antecedentes no contaba con datos que obligaran a negarle a Sammi la compra de un arma.

La joven comentó que aunque llevaba ya tres años tras haber superado lo peor de su enfermedad, le sorprendió la facilidad con la que pudo comprar un arma.

Sammi muestra la pistola que pudo adquirir legalmente pese a tener antecedentes de salud mental. (Captura de video/Vocativ)
Sammi muestra la pistola que pudo adquirir legalmente pese a tener antecedentes de salud mental. (Captura de video/Vocativ)

¿Cuántas personas en similares situaciones han podido comprar armas legalmente? ¿Cuántas recaen en sus padecimientos una vez ya armadas? ¿Cuántos tiroteos han sucedido o podrían suceder con un arma adquirida así? Son preguntas perturbadoras, casi sin respuesta.

Sammi y Vocativ regresaron el arma a la tienda poco después de terminado el video. Pero su video es una prueba de la fragilidad del sistema y de la necesidad de reformarlo y mejorarlo para incluir más datos sobre registros de salud mental. Esa reforma es un imperativo urgente.