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Los cambios que podría tener el gabinete de Peña Nieto

Los cambios que podría tener el gabinete de Peña Nieto

Cuando faltan tres meses para que el gobierno de Enrique Peña Nieto cumpla su primera mitad y a unos días de entregar su tercer informe, se publicaron comentarios relacionados con cambios en su equipo de trabajo.

Los comentarios refieren que se realizarán relevos en el gabinete antes del tercer informe de Peña Nieto, con la intención de hacer ajustes y llegar a la segunda mitad del sexenio con otra dinámica y más fuerza.

Los articulistas que han abordado el tema coinciden en que no serán movidos los titulares de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ni el de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

Llama la atención la coincidencia entre los comentaristas de la filtración, porque la impresión en la opinión pública es que estos dos funcionarios, considerados por algunos como los pilares del Gobierno, junto con el secretario de la Presidencia Aurelio Nuño, no han sido eficaces en su desempeño por lo que no sería extraño que fueran reemplazados.

En el caso del secretario de gobernación, Miguel Osorio Chong, resultó fatal para su carrera política y hacia la candidatura del PRI a la presidencia en el 2018, la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien con su escape puso en evidencia la fragilidad, por actos de corrupción, en la que se encuentra el sistema de seguridad pública y de seguridad nacional, ambos bajo la responsabilidad de Osorio, y que, como daño colateral, generó una fuerte controversia con Estados Unidos, que demanda la extradición del, otra vez, delincuente más buscado, al que, según los especialistas, difícilmente van a capturar en el corto plazo.

El secretario de Gobernación, en la estructura de poder, funciona como la pieza clave de la negociación política del Gobierno federal. En sus memorias, José López Portillo relató que reconocía en Jesús Reyes Heroles a un hombre inteligente, sensible y con gran visión y habilidad política, pero que había cometido un error al nombrado secretario de Gobernación debido a que al no ser “presidenciable”, por no ser hijo de mexicanos, nacidos en México, como lo establecía la ley en aquel momento, no era bien visto ni respetado por otros políticos, lo que le restaba autoridad y contundencia en las negociaciones de Estado.

El relato de López Portillo, en la circunstancia actual del secretario Osorio Chong, que parece haber perdido la oportunidad de ser “presidenciable”, estaría debilitando al gobierno en la segunda mitad del sexenio a la que Peña Nieto, según dice en sus spots del tercer informe, llega más fuerte, lo que implica que dejaría de ser promotor de la dinámica para convertirse en lastre.

La percepción sobre la actuación del secretario de Hacienda, Luis Vídegaray Caso, en estos casi tres años de administración, es que ha generado controversias entre diferentes grupos de poder, principalmente empresarios, que se inconformaron con las reformas hacendaria y fiscal impulsadas por él, que además redujo el gasto público en tres ejercicios fiscales, lo que frenó el mercado interno, creó problemas sociales y afectó a la pequeña y mediana empresa y ahora busca salir de la situación, creada por los problemas económicos y financieros internos y externos, con la reforma hacendaria “Base Cero”, a la que se oponen empresarios y algunos partidos, que buscarán modificarla cuando sea presentada en el Congreso de la Unión en las próximas semanas.

La economía y las finanzas públicas atraviesan por un mal momento debido a la caída internacional de los precios del petróleo, de cuyo ingreso se nutre parte importante de la hacienda pública, lo que hace de México una economía “petrolizada”. La crisis internacional, a la que se agregó China, ha provocado que el precio del dólar se eleve, lo que en el corto y mediano plazo afectará negativamente las finanzas públicas, obligadas a hacer grandes erogaciones debido a que muchos productos de consumo básico e insumos para la industria, así como combustibles, como la gasolina, se importen y su cotización es en dólares.

Este panorama estaría indicando que la actuación de Luis Videgaray Caso no ha sido eficaz en los pasados tres años y que el perfil del problema actual no permite acreditar su aptitud para resolver con éxito la encrucijada en la que se encuentra el país, por lo que para algunos importantes grupos empresariales y partidos políticos sería conveniente que fuera relevado como secretario de Hacienda.

Se supone que los cambios en el gabinete presidencial permitirán elevar la eficacia en la administración pública federal. Pero también son la oportunidad para que entre los nuevos colaboradores del Ejecutivo se encuentre el próximo candidato del PRI a la presidencia en 2018, no se debe olvidar que la prerrogativa en la designación del sucesor es del presidente Peña Nieto.

Al respecto, es pertinente recordar el antecedente del cambio en el gabinete presidencial realizado por José López Portillo, que nombró secretario de Programación y Presupuesto a Miguel de la Madrid, quien posteriormente fue designado candidato del PRI y así llego a la Presidencia en 1982.

De hecho, los cambios entre los colaboradores del presidente Peña Nieto empezaron con la designación de Manlio Fabio Beltrones como presidente del PRI. La reacción ante este hecho ha sido extrema, algunos comentaristas políticos consideran que su presencia en el partido equivale a la candidatura a la Presidencia, suponiendo que es un “destape” anticipado y que el presidente Peña Nieto dejará vigente el escenario actual, cuando en la realidad tiene dos años y medio para modificarlo o cambiarlo por completo. Conviene no olvidar que en los usos y costumbre del PRI, el presidente es la pieza más importante del ajedrez, en cuyo tablero se están planteando las primeras jugadas. Falta mucho para el jaque mate.