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La Reforma Educativa y la SEP en busca del patrón perdido

La Reforma Educativa y la SEP en busca del patrón perdido

En el conjunto de las reformas estructurales, todavía en proceso de consolidación, la Reforma Educativa es la que más resistencia ha registrado, por la oposición de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Por más de dos años los profesores disidentes se han manifestado de diversas maneras en la Ciudad de México y en los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas.

La secretaría de Gobernación se ha encargado de mantener negociaciones con la dirigencia de la CNTE a la que, se dice, ha concedido diversas prestaciones, principalmente financieras lo que habría permitido a esta organización mantener y movilizar a sus contingentes, de miles de profesores, que abandonan sus actividades frente a los grupos escolares para manifestar su oposición a la Reforma Educativa y acreditar con ello, las demandas que su dirigencia mantiene frente a las autoridades de Gobernación, entre las que estaba la de cancelar los procesos electorales, y la amenaza de sabotear los comicios. Las elecciones pasaron y los actos de sabotaje fueron mínimos, frente a la totalidad de los votantes en el país.

Es función de la Secretaría de Educación Pública llevar a cabo la Reforma Educativa y para ello, en el contexto del proceso electoral, difundió un comunicado de prensa en el que decía que la evaluación al magisterio de suspendía por tiempo indefinido, lo que dio pauta para que diversos grupos sociales se opusieran a la medida por considerarla incorrecta e ilegal, pasadas las elecciones la SEP rectificó, y afirmó que la evaluación al magisterio no se cancelaba y se llevaría a cabo como estaba previsto en la planeación original.

La controversia motivó que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitara explicaciones al titular de la SEP, Emilio Chuayffet, sobre el pago a los profesores que abandonan la atención a los niños y niñas de educación básica para manifestarse y, a pesar de ello, siguen recibiendo su salario.  

El secretario de educación, Emilio Chuayffet, durante su comparecencia, solicitó al Congreso de Unión que defina quien es el patrón legal de los maestros. “El verdadero papel es definir quién es el patrón en materia educativa. Si decimos que es la SEP, damos un paso atrás en materia de descentralización. Si decimos que son los estados, entonces tenemos que establecer las sanciones o la intervención federal para poder hacernos cargo temporalmente de la educación donde no se cumple el servicio”.

Senadores del Partido Acción Nacional (PAN), integrantes de la Comisión de Educación, no estuvieron de acuerdo con el secretario Chuayffet, manifestaron, en conferencia de prensa, que “los gobernadores ni pagan ni mandan y el gobierno federal sí paga y no manda”. Informaron legisladores del PAN en el Senado y la Cámara de Diputados que ambos grupos parlamentarios solicitarán “al señor Presidente de la República la remoción del secretario Chuayffet. Ya la decisión está en manos del Ejecutivo federal”.
Con la petición del PAN coincidió la CNTE que en su asamblea acordó demandar la renuncia del secretario Emilio Chuayffet, al que declararon ‘‘no idóneo’’ para ocupar el cargo.

Desde hace algunas semanas se han filtrado en los diarios versiones relacionadas con supuestos cambios de colaboradores que realizaría el presidente Peña Nieto, para emprender la segunda mitad de su mandato, entre los relevos se ha mencionado la salida del secretario Emilio Chuayffet. Al respecto es interesante recordar el principio no escrito de la política que indica que el Presidente de México no actúa bajo presión y eso incluye la demanda de sustituir a sus colaboradores por petición de un partido y algún grupo de presión.

En el pasado, cuando el presidencialismo dominaba plenamente la escena política, y algún integrante del gabinete sentía que no tenía la cercanía suficiente con el  presidente o era objeto de alguna intriga, promovía rumores y filtraciones en los diarios y en ellos se pedía su renuncia, lo que llevaba a que el mandatario reaccionara avalando al funcionario en algún evento público, eso era suficiente para que el político recuperara la confianza e impulsara la versión de que contaba con el apoyo presidencial, la especie era reforzada por medio de comentarios positivos hacia su persona en las columnas políticas, que se rentan para estos propósitos en el periodismo mexicano.

Aunque es de reconocerse que los modos de la política de hoy son diferentes a los de antaño, no lo son tanto como para que el presidente actúe bajo presión, lo que estaría indicando que si el secretario Emilio Chuayffet se va será porque él lo solicita y no por presión de un partido o grupo de presión. Pero, usted que piensa, se va o se queda.