Barras Bravas en el Mundial: un problema de larga data

Se llama Gilberto Bitancourt Viegas y se lo conoce como “Giba”. Este personaje es el jefe de la Barra Brava del Internacional de Porto Alegre y sobre el cual pesa el derecho de admisión en el estadio Beira Rio.

Giba acaba de llegar a Buenos Aires en un viaje que podríamos denominar como de “solidaridad”. ¿Con quién? Con los capos de la organización llamada “Hinchadas Unidas Argentinas”, quienes como en el Mundial de Sudáfrica, viajarán en esta oportunidad a Brasil a alentar a la selección Albiceleste.

En una entrevista que aparece este viernes en el diario deportivo OLE, se informa que Giba está en la capital argentina para arreglar la “logística” durante el Mundial con el tristemente célebre Bebote Álvarez, jefe de la barra de Independiente y uno de los mandamás del grupo HUA.

Según Giba, les tienen preparados dos gimnasios en la zona de Sapucaia do Sul, en las afueras de Porto Alegre, con una capacidad de albergue para 1200 personas. Además les aseguró 200 tickets “gratis” por partido.

Ahora, ¿cómo consiguió esa cantidad de entradas? El mismo asegura que “por contactos políticos”.

Otra pregunta que surge es cómo hacen estos violentos para salir del país e ingresar sin problemas en otro, sabiendo que muchos de ellos tienen antecedentes judiciales.

La abogada Débora Hambo, representante legal de Hinchadas Unidas Argentinas, explicó cómo consiguió los recursos de amparo para estos personajes. Cabe recordar que en Sudáfrica hubo un muerto entre los que viajaron y 29 deportados.

El tema de los Barras Bravas en los Mundiales es un problema de larga data. Basta remontarnos 28 años atrás al de México. En aquella oportunidad fue la Barra Brava de Boca Juniors, comandada por el ya fallecido José Barritta, alias El Abuelo, la que generó un sinnúmero de actos vandálicos en territorio azteca.

Pero si hubo un hecho que marcó ese Mundial fue que la barra viajó para el primer partido ante Corea del Sur, regresó a Buenos Aires para “alentar” a Boca en un partido ante Newell’s en Rosario por la Liguilla Pre Libertadores y regresó a México para seguir a la selección.

A partir de ese momento se inició el largo periplo de las Barras argentinas en resto de los Mundiales.

Dinero que no se sabe de donde proviene, entradas que llegan a sus manos de forma “mágica”, viajes, estadías e impunidad. Un tema de nunca acabar y que tendrá su nuevo capítulo en poco menos de dos meses cuando el balón comience a rodar en Brasil.

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