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Disfruta tu deporte favorito sin lumbalgias

La lumbalgia es lo que conocemos comúnmente como el dolor en la región baja de la espalda, causado por alteraciones de músculos o ligamentos de esa zona, así como por el desgaste o degeneración de discos intervertebrales (cartílagos) o vértebras (huesos).

El baloncesto, sin los cuidados necesarios, puede producirla / iStockphoto
El baloncesto, sin los cuidados necesarios, puede producirla / iStockphoto

El momento en que la gente que no ha tenido problemas previos de dolor de espalda decide realizar alguna rutina de ejercicio, o comenzar la práctica de un deporte que requiera el uso de la región lumbar, no debería tener riesgo de desarrollar dolor a menos que realice dicha actividad de manera inadecuada.

Por lo general, practicar algún deporte se recomienda para mantener una buena condición física, incluida la salud de nuestra espalda. Sin embargo, si realizamos nuestra actividad bajo condiciones inapropiadas, la columna baja se puede ver afectada, especialmente para quienes la practican intensamente, es decir, realizando más esfuerzo del debido o sin hacer ejercicios de estiramiento y calentamiento previos.

Actividades deportivas con riesgo de lumbalgia
Dentro de los deportes más comunes que pueden llevarnos a tener el riesgo de padecer dolor de espalda baja se encuentran aquellos que obligan a realizar movimientos de flexión, extensión, torsión brusca o mantenida de la columna y los que la someten a vibraciones.

Algunos de los deportes en los que se dan estos factores son el futbol americano, el rugby, baloncesto y demás deportes de contacto, también los que requieren el levantamiento de peso como el fisicoculturismo y la halterofilia, los que exigen mayor esfuerzo de movilidad como el tenis y el squash, los que debemos mantener una misma posición por largo tiempo como el ciclismo y los que someten la espalda a vibraciones e impacto como correr.

Frecuencia e intensidad deportiva
A excepción de los deportes de contacto en los que el riesgo de lesión es constante, para no tener lesiones de espalda debes evitar grandes esfuerzos deportivos tras haber pasado largas temporadas de inactividad. Conviene mantener las actividades físicas con una frecuencia de por lo menos cuatro días a la semana; cuando quieras aumentar su intensidad o frecuencia debes hacerlo de manera progresiva. Sí por alguna lesión, enfermedad o simplemente falta de tiempo, dejas de realizar deporte por algunas semanas debes reiniciar tu actividad de manera moderada e ir aumentando gradualmente.

¿Cómo iniciar tu actividad deportiva diaria para evitar la lumbalgia?
Debes preparar los músculos lumbares antes de iniciar tu deporte con un periodo de estiramiento y calentamiento previo y posterior a tu actividad con los siguientes tipos de ejercicio sosteniendo cada posición por 20 segundos.

Estos ejercicios te ayudarán a tener un mejor calentamiento / IMPD
Estos ejercicios te ayudarán a tener un mejor calentamiento / IMPD

Material deportivo que nos ayuda a evitar lumbalgias
La utilización de fajas y corsés disminuyen el riesgo de lesión debido a un esfuerzo y que por lo tanto se desencadene una crisis dolorosa.

¿Qué terapias ayudan para el dolor de espalda baja por actividad deportiva?
Puedes hacer uso de medicamentos como analgésicos y relajantes musculares, pero recuerda que nunca debes automedicarte. Un médico debe realizar la adecuada valoración para descartar lesiones más severas y a la vez poder indicar los medicamentos idóneos según el tipo de afectación que sea.

La fisioterapia no es necesaria dentro de las tres primeras semanas a partir de que apareció el dolor, pasado ese tiempo, y ya transformado en un dolor crónico, entonces la fisioterapia, junto con un adecuado tratamiento médico, debe estar orientada a la recuperación funcional y a la educación postural, recordando que siempre debe ser supervisada por un profesional.

El reposo absoluto no es una alternativa, debes continuar con tus actividades habituales sin realizar movimientos que exijan demasiado esfuerzo de tu espalda, el reposo absoluto sólo retrasa la recuperación. Debes suspender la actividad deportiva que ocasionó la lesión por lo menos por una semana, posterior a esa semana se recomienda una rutina de 20 a 30 minutos diarios de ejercicios aeróbicos sin impacto, como caminar o nadar. Recuerda siempre acudir a tu médico en caso de cualquier tipo de lesión.

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Dr. Omar Luja es Médico Cirujano y Homeópata. Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. I.P.N. Cédula 7719134.

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