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El origen de la chusma, la chusmería y el chusmaje en Hispanoamérica

El origen de la chusma, la chusmería y el chusmaje en Hispanoamérica

POR: Manuel J. Santayana (Academia Norteamericana de la Lengua)

El sustantivo chusma denota en muchos países de habla española "conjunto de gente soez" y en la Argentina, en particular, recibe el significado de "persona chismosa y entrometida", del cual se ha derivado el verbo "chusmear" (entrometerse en la vida ajena, llevar y traer chismes y murmuraciones).

El sentido más general, que es primero señalado en estas notas, se extiende en Cuba, por ejemplo, a los individuos: "Fulano es un chusma". Y para el comportamiento que une el lenguaje procaz o grosero a la gesticulación y a los ademanes irrespetuosos y provocadores o agresivos, se ha creado en esa zona de Las Antillas el sustantivo "chusmería". En otras naciones de Hispanoamérica, se ha creado un sinónimo de "chusma", aún mas despectivo: "chusmaje".

La palabra chusma se incorpora al léxico español por influencia de Italia. La influencia inmediata llega de Génova, cuna de marinos, y muy notablemente de Cristóbal Colón. En el genovés renacentista, el nombre ciurma o la frase ciurma di mare se refería a la tripulación de un barco, en particular a los esclavos obligados a remar en galeras, y el nombre tenía un sentido despectivo: los remeros esclavos eran considerados lo más bajo en la escala humana: gente sin libertades ni derechos de ninguna clase.

Hasta hoy, por demás, a la "gente de a bordo" se la considera procaz y sin respeto en su trato y en su lenguaje. Ciurma, a su vez, proviene del latín celeusma (cantar de remeros), derivada del griego kéleusma (batuta de que se servía el jefe de remeros o “cómitre”, el mismo que los azotaba y hacía remar con mayor rapidez, para dirigir el canto de los remeros).

En el siglo XIX la célebre poetisa cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda alude en un conocido poema a “la chusma diligente”, los marinos que izan las velas del buque que la conduce a España. Es este el extraño caso de un sustantivo desfavorable modificado por un adjetivo elogioso: diligente (del latín “diligere”, amar) significa en español “rápido, cuidadoso y activo a la vez”.

Editor: Jorge Ignacio Covarrubias, secretario general de la ANLE

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