William Joyce, un traidor al servicio de Hitler

William Joyce, Lord Haw-Haw difundiendo el mensaje facista (earthstation1)
William Joyce, Lord Haw-Haw difundiendo el mensaje facista (earthstation1)

Es indudable que gran parte del éxito en la propagación del mensaje y ascenso de los nazis en Alemania durante la década de los años 30 se debió al laborioso trabajo que se realizó desde el aparato propagandístico del partido. Muchos fueron los alemanes patrios que ayudaron a difundir el mensaje nacionalsocialista, convenciendo a millones de conciudadanos de que esa era la mejor opción para salir de la grave crisis en la que había quedado sumido el país tras la derrota en la IGM y los años de la República de Weimar.

Los ideales nacionalsocialistas traspasaron fronteras, siendo muchísimos los ciudadanos de otros países los que se dejaron convencer por las consignas de esa ideología, aumentando los partidos de corte fascista en un gran número de países.

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William Joyce, durante un mitin de los camisas negras (earthstation1)
William Joyce, durante un mitin de los camisas negras (earthstation1)

William Joyce fue un angloamericano que contribuyó en gran medida a divulgar el mensaje de Hitler, primero desde el Reino Unido y a partir de 1939 desde la propia Alemania.

El servicio que prestó Joyce a la causa nazi fue casi impagable, debido a que se convirtió en uno de los mayores propagadores de los ideales y que a más personas de habla inglesa llegó.

Nació en Nueva York pero siendo prácticamente un adolescente se trasladó a Gran Bretaña, de donde eran originarios sus progenitores. Aunque en un principio se afilió al Partido Conservador, muy pronto se sintió atraído por el ideal fascista que llegaba desde Italia y Alemania ayudando a fundar en 1932 la Unión Británica de Fascistas (BUF).

Su verborrea y talento para dar mítines y convencer a aquellos que lo escuchaban lo convirtieron en una de las piezas claves de la organización, que cada vez contaba con más adeptos.

La radicalización de los miembros del BUF, quienes eran conocidos como ‘los camisas negras’ y el hecho de participar cada vez más activamente en actividades violentas, llevó a las autoridades británicas a comenzar a perseguirlos, algo que hizo que muchos de ellos fueran detenidos y William Joyce optase en 1939 por huir hacia Berlín, país en el que lo acogieron con los brazos abiertos y se le concedió rápidamente la ciudadanía.

En su nueva patria de acogida, Joyce comenzó a trabajar para el aparato propagandístico del gobierno de Hitler y se le encomendó una tarea que realizaría a la perfección: presentar un programa radiofónico llamado ‘Germany Calling’ y que se emitía desde la emisora Nordwestdeutscher Rundfunk, llegando a miles de hogares de angloparlantes que la sintonizaban desde el Reino Unido y los EEUU.

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La capacidad innata de William Joyce de transmitir cualquier mensaje de una manera mordaz y directa, dejando boquiabiertos a aquellos que lo escuchaban, hacía que muchos fueran los británicos y norteamericanos que sintonizasen el programa, a pesar de que la mayoría de los oyentes no compartían la ideología nacionalsocialista, pero éstos quedaban embelesados por la dialéctica que empleaba. El locutor se convirtió en algo valiosísimo para el aparato propagandístico nazi que era consciente de la importancia del trabajo que desempeñaba desde las ondas retransmitiendo impactantes mensajes con el principal objetivo de desmoralizar las expectativas de los Aliados y ganar nuevos adeptos a la causa nacionalsocialista.

Una de las peculiaridades de Joyce era su característica voz, la cual sonaba algo agangosada debido a una fractura de nariz que sufrió durante una pelea con unos jóvenes de ideología comunista. Esto le valió para que el periodista  Jonah Barrington del Daily Express lo bautizase con el apodo de Lord Haw-Haw, un mote que se le atribuyó despectivamente y el cual supo aprovechar a partir de aquel momento para ser mundialmente conocido.

Tras la entrada de los Aliados en Berlín y poco antes de la firma de rendición de los nazis en Reims, William Joyce decidió huir y ponerse a salvo con el fin de no ser atrapado. Era consciente de que si caía en manos enemigas no le darían un juicio justo y serían especialmente duros y crueles con él.

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William Joyce, Lord Haw-Haw tras ser apresado (Wikimedia commons)
William Joyce, Lord Haw-Haw tras ser apresado (Wikimedia commons)

El 28 de mayo de 1945, mientras intentaba acceder a Dinamarca a través de Flensburgo (lugar que se había convertido en un punto de huida para miles de nazis), Lord Haw-Haw fue localizado por un grupo de soldados que por allí patrullaban y fue reconocido gracias a su característica y peculiar voz que tantas horas había estado retransmitiéndose por las ondas.

Cabe destacar, como curiosidad, que uno de los soldados que lo apresaron fue Geoffrey Perry, aunque su  verdadero nombre era Horst Pinschewer, ya que era un desertor alemán que se había alistado al ejército británico, por lo que lo anecdótico fue que un traidor a su patria (William Joyce) fue apresado por otro traidor a su patria.

William Joyce ‘Lord Haw-Haw’ fue juzgado en Londres acusado de alta traición, siendo condenado a la pena de muerte. Fue ahorcado el 3 de enero de 1946.

Fuentes de consulta: heretical / earthstation1 / curistoria


Publicado originalmente en Cuaderno de Historias