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El complejo de Edipo del káiser Guillermo II y cómo influyó en su odio hacia los británicos

El 27 de enero de 1859 se producía en Berlín uno de los acontecimientos más esperados e importantes del recién estrenado año: el nacimiento de Guillermo, el que sería futuro heredero al título de káiser del Imperio Alemán y primer nieto de la todopoderosa reina Victoria del Reino Unido.

A pesar de que el parto estaba siendo atendido por uno de los doctores más importantes de la época y médico personal de la soberana, hubo unas complicaciones que provocaron que el bebé llegase al mundo con una serie de lesiones que le dejaron una discapacidad permanente que afectó a su hombro y brazo izquierdo, además de ciertas secuelas psicológicas y emocionales, que influirían determinadamente en su carácter y forma de ser, a lo largo de su futura vida.

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El pequeño Guillermo fue criado entre algodones, proporcionándole el máximo de mimos posibles, teniendo en cuenta que en esa época la educación de los niños provenientes de Casas Reales no estaba al cargo de sus progenitores, sino de una serie de institutrices y expertos en la crianza de los futuros herederos. Con todo y con eso, Vicky del Reino Unido (como solía ser llamada para no ser confundida con su madre la reina) se volcó en el cuidado de su pequeño.

La fragilidad emocional del niño propició que a través de ese vínculo tan cercano con su madre tan solo quisiera estar y ser atendido por ella, sintiendo una especial devoción que en sus años de adolescencia se convirtió en una pasión que algunos expertos han considerado como incestuosa.

La fijación de Guillermo hacia su madre provocó que tuviesen que poner distancia de por medio, pasando Vicky algunas temporadas residiendo en las islas británicas, mientras su hijo continuaba con su formación como heredero al trono de Alemania y Prusia en el continente.

A lo largo de un largo tiempo todo el contacto entre ambos fue a través de intercambio de correspondencia, en las que se veía claramente reflejado el complejo de Edipo que padecía Guillermo. La mayor parte de esas cartas han permanecido ocultas durante más de un siglo, haciéndose públicas hace unos meses a través de un documental, emitido por Channel 4, y que llevaba por título 'Queen Victoria and the crippled Kaiser' (La reina Victoria y el káiser minusválido).

Algunas partes de esa correspondencia epistolar mantenida por el joven con su madre llaman la atención por el tipo de mensaje que desprende. A continuación un par de extractos de algunas de sus carta: ‘He soñado en tus queridas, suaves y cálidas manos, espero con impaciencia el momento en el que pueda sentarme cerca de ti y besarlas, rezo para que guardes la promesa de darme a mí sólo la parte suave de tus manos para besarlas’ […] ‘He soñado de nuevo contigo, esta vez estábamos solos en tu biblioteca cuando extendiste tus brazos y me tumbaste, entonces, te sacaste los guantes y pusiste tus manos delicadamente sobre mis labios para que las besara... me gustaría que hicieras lo mismo cuando estoy en Berlín solo contigo al anochecer. De no conocerse que estaba escrito por un adolescente hacia su madre, cualquiera podría identificar el texto como el de un enamorado escribiéndole a su añorada amada.

Pero esas cartas llenas de pasión no recibían una respuesta en la misma línea, ya que Vicky ignoraba por completo el sentido de dichos escritos y tan solo se limitaba a contestar recriminando algún que otro error gramatical y comentando cuestiones políticas o diplomáticas que afectaban al Reino Unido y Alemania.

Según fue creciendo, el carácter de Guillermo se fue volviendo malhumorado, agrio e intolerante. Según los expertos, este comportamiento provenía de la pasión frustrada que sentía hacia su madre, quien se desvivió por él cuando era pequeño pero que puso una irremediable barrera entre ambos cuando éste comenzó a manifestar esos apasionados delirios por ella.

Con los años comenzó a desarrollar cierto odio y recelo hacia los británicos, a pesar de que prácticamente toda su familia materna era de esa nacionalidad. Culpaba a éstos de ser los causantes de la mayoría de desgracias y desdichas que le habían ocurrido en su vida.

Guillermo llegó a declarar: ‘Un médico ingles paralizó mi brazo y, ahora, un médico ingles está matando a mi padre, en referencia al inútil tratamiento al que fue sometido su progenitor, el káiser Federico III, cuando enfermó y falleció a causa de un cáncer de laringe que los médicos no pudieron curar.

En opinión de los expertos, esto fue determinante, casi tres décadas después, para que se posicionase en la Primera Guerra Mundial contra los británicos y los declarase como enemigos.

Fuente: Yahoo España
El complejo de Edipo del káiser Guillermo II y cómo influyó en su odio hacia los británicos