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Cómo convivir con el trastorno de déficit de atención durante los estudios

Cada vez más personas afirman sufrir un trastorno particularmente relevante durante la vida estudiantil: déficit de atención. No obstante, también numerosas son las estrategias  -ante cualquier condición médica- que ayudan a manejar cuestiones académicas corrientes, tales como la definición de los horarios, el estudio y los exámenes.

En esta entrada propongo una serie de recomendaciones para que la falta de concentración no nos impida un rendimiento exitoso durante los años de estudio.

Hobvias sudoneighm/Flickr.Wikimedia Commons
Hobvias sudoneighm/Flickr.Wikimedia Commons

1) Organización del dormitorio o departamento: debemos empezar por adaptar a nuestras necesidades el lugar donde vivimos. Un sitio  ordenado y "descongestionado" definitivamente disminuye la distracción. Ubicar en el mismo lugar (ya sea en espacios virtuales o no) los objetos o materiales que necesitamos, reduce el tiempo dedicado a realizar una tarea inmediata: no se necesita invertir energías ni tiempo extra, por ejemplo, en la búsqueda de un libro o de un  archivo digital que debemos leer, o de un documento que debemos terminar de escribir. Para hacer más fácil las búsquedas recomiendo utilizar como título de los archivos las iniciales del curso + una palabra clave del documento. Contar con un espacio de almacenamiento fuera de nuestra computadora es esencial: Dropbox.com es una alternativa.

2) Dedicar al menos una hora diaria al ejercicio: ya sea temprano o tarde en el día, es necesario reservar aunque sean 30 minutos a la actividad física. Es increíble la velocidad con que nuestro cerebro comienza a generar ideas después de una caminata larga o un tiempo en el gimnasio.

3) No consumir alimentos que contengan demasiados azúcares o cafeína es importante. Se trata de evitar la hiperactividad, enemiga de la concentración.

4)  Solicitar acomodamiento especial para los exámenes: las universidades cuentan con  adaptaciones específicas, incluyendo tiempo adicional en las pruebas y un observador asignado para los estudiantes que presentan algún tipo de condición médica. Las oficinas de Servicios de Discapacidad para  Estudiantes cuentan con más información. Aún mejor, se recomienda hacer una cita para visitar esta oficina durante la semana de orientación.

5) Los especialistas recomiendan mantenerse en contacto con un médico en la nueva ciudad. Es importante seguir viendo a un terapeuta. No ver esta condición como una “anormalidad” pues casi el 90 por ciento de los estudiantes requiere ayuda terapéutica por diferentes razones durante el curso escolar.

6) Tener en cuenta el "reloj biológico" para configurar nuestro horario: uno de los beneficios de la universidad es que existe flexibilidad a la hora de crear un horario de clases. De esta forma el estudiante puede escoger aquellas horas en que está más alerta y atento. Si somos personas nocturnas, se prefiere programar las clases por la tarde; si somos tempraneros, entonces en la  mañana en lugar de la tarde.

7) Tomar una clase de verano antes de comenzar la carrera universitaria: se recomienda esta opción para familiarizarnos con la nueva dinámica antes de entrar a la agitada vida del año  escolar.  Esto permite una transición más fácil y ayuda a ver qué clases de la universidad son  similares.

8) Comenzar temprano con los proyectos de curso: algunos profesores "postean" su programa de curso en línea antes de que comience el semestre. Si ese es el caso, ordenar los libros de texto y empezar a leer temprano.

9) Crear un horario semanal: con las exigencias de los cursos no es fácil mantenerse al tanto de cada requisito. Lo que ayuda enormemente es la creación de una estructura. Debemos crearnos un programa que permita contar, al menos, con media hora entre clases, dejar tiempo de estudio y algún rato libre.

10) Contar con un colega o compañero de clases con quien podamos confirmar tareas u otros compromisos escolares, y siempre anotar aquellos con las fechas de entrega más cercanas. Algunos estudiantes crean el hábito de llevar un calendario donde monitorean cada actividad o compromiso semanal. Al finalizar cada clase, también es recomendable preguntar al profesor cualquier duda. Ir a las horas de oficina del profesor es imprescindible.