"Secuestro digital", una peligrosa tendencia en las redes sociales

Cortesía de Lindsey Paris
Cortesía de Lindsey Paris

Cuando Ashley B hizo clic, por curiosidad, sobre una foto de sus hijas compartida en Facebook, quedó desconcertada: la imagen aparecía en la página de un desconocido en China.

"La página estaba en chino y no pude leer nada de eso, pero vi que tenía unos pocos miles de seguidores y que había compartido mi imagen”, relató la mujer a Yahoo. Empecé a revisar y me di cuenta de que tenía muchas fotos de niñas pequeñas. Estaba asustada y sorprendida. El link compartido llevaba a mi página personal, así que cualquiera podría haber hecho clic en él para ver donde yo vivía", agregó.

La mujer borró la foto y restringió el acceso a sus publicaciones en Facebook. Hasta entonces, "yo sabía que mi configuración de privacidad no era tan estricta como podría ser, pero no estaba realmente preocupada por ello."

Ese tipo de incidentes no es aislado.

En un caso que ha tenido amplia divulgación en la prensa estadounidense, Lindsey Paris, bloguera del sitio RedHead Baby Mama, contó el susto que se llevó al ver que una mujer desconocida había adoptado una imagen de su hijo de 18 meses como su foto de perfil en Facebook.

"Ella fingía que era su hijo y comentaba sobre cuándo iba a comenzar la dentición. Sus amigos decían que amaban su cabello. Fue la cosa más petrificante", recordó Paris en declaraciones a Yahoo sobre el incidente, ocurrido en 2012.

Finalmente supo que la desconocida era en realidad una jovencita de 16 años, y tras insistirle en que eliminara la foto de su hijo, finalmente lo hizo. “Me dijo que siempre quiso tener un niño pelirrojo y que no quería herirme”, relató la bloguera.

Este tipo de “secuestro digital” no es un delito y está más extendido de lo que se podría pensar.

Si se hace una búsqueda en Instagram o Twitter bajo el hashtag #BabyRP aparecen miles de fotos de bebés, incluso imágenes de ultrasonidos. Ninguna de ellas pertenece a los usuarios que la postean. El BabyRP o juego de rol, como también se conoce al secuestro digital, es de hecho una comunidad creciente en Internet, compuesta sobre todo por adolescentes ansiosas por ser madres, a menudo provenientes de hogares disfuncionales, reveló un reporte del sitio digital Fast Company, que calificó la tendencia de “la esquina más espeluznante de Instagram”.

Y la ley no protege la privacidad de los padres que comparten fotos de sus hijos públicamente. Sólo queda un camino: tomar precauciones.

"Hay que asumir la responsabilidad de mostrar y compartir fotos con la mayor seguridad posible", opinó Denise Lisi DeRosa, administradora de programas del Family Online Safety Institute (Instituto para la Seguridad en Internet de la Familia).

Aun así, muchos padres se han quejado de las demoras y dificultades que han enfrentado cuando presentan quejas ante la administración de las grandes redes sociales, ya sea para reportar un usuario o pedir la eliminación de una foto.

En 2014, varios padres preocupados crearon una petición en el sitio Change.org para pedirle a Instagram que cerrara todas las cuentas con BabyRP. La solicitud no fue muy exitosa: apenas 1,047 firmantes antes de que fuera cerrada.

Por ahora, tanto Ashley como Lindsay usan una aplicación, llamada KidsLink, para compartir fotos solo con los amigos y familiares que han sido aprobados para ver las imágenes y que también pertenecen a su red en la aplicación. Los suscriptores pueden publicar fotos en Facebook o Instagram desde la aplicación, que borra links relacionados e información de la imagen -la metadata- para impedir que intrusos las reproduzcan en otros sitios o se aparezcan en la puerta de la casa del fotógrafo.