Los activistas de Greenpeace que obligaron a un barco petrolero a dar marcha atrás

La imagen es impactante: 13 activistas suspendidos al vacío, atados por una cuerda al puente St Johns en Seattle, para impedir el paso de un enorme rompehielos.

Activistas de Greepeace cuelgan de un puente en Portland para impedir el paso de un rompehielos de Shell. AP /Don Ryan
Activistas de Greepeace cuelgan de un puente en Portland para impedir el paso de un rompehielos de Shell. AP /Don Ryan

El barco, llamado, MVS Fennica, pertenece a la petrolera Shell y navegaba para perforar en aguas profundas del océano Ártico, pero ante la acción de los ambientalistas de Greenpeace se vio obligado a dar media vuelta y retornar a los muelles en la ciudad de Portland.

Otros activistas también habían bloqueado con embarcaciones el canal de navegación del río Willamette para impedir que el barco regresara al Ártico.

El Fennica llegó a Portland para reparaciones la semana pasada, luego de que su casco resultara dañado a inicios de este mes en las Islas Aleutianas.

Ante la visión de los activistas colgando del puente –lo que imposibilitaba el paso del enorme buque- las autoridades se movilizaron y cerraron el tráfico de esa vía, donde ya se agrupaban numerosos transeúntes curiosos.

“Creo que es inspirador", opinó Lisa Szot, en declaraciones al diario local The Oregonian. "Es realmente una hermosa protesta", señaló la mujer, residente en Portland, ciudad conocida por su tradición ambientalista.

La Guardia Costera de Estados Unidos advirtió a los activistas que estaban violando la ley, pero no tomó ninguna medida represiva. Por su parte, George Degener, portavoz de los guardacostas, dijo que las fuerzas del orden no tuvieron ninguna responsabilidad en la decisión de la tripulación del Fennica de retornar al muelle.

"No sé lo que llevó el capitán y el piloto a bordo para llegar a esa decisión", dijo, en declaraciones a la agencia de noticias AP.

Degner indicó que la Guardia Costera continuará manteniendo una zona de seguridad alrededor del MSV Fennica. La zona se extiende 500 yardas desde la parte delantera de la embarcación y 100 yardas a los lados y la popa del barco, dijo.

"Nuestra misión es asegurarnos de que las personas se mantengan a salvo en el agua", explicó en declaraciones a The Oregonian. "Respetamos el derecho de las personas a expresar sus opiniones, pero queremos hacer el canal seguro para todos los usuarios."

La reacción legal fue mucho más enérgica, sin embargo. La jueza Sharon Gleason multó a Greenpeace con 2,500 dólares por cada hora que los activistas estuvieron colgando del puente.

En mayo, Gleason concedió la petición de Shell de que los activistas que protestaban por los planes de perforación del Ártico se mantuvieran alejados de sus embarcaciones. Pero no hay señales de que los manifestantes hayan sido disuadidos.

Los ecologistas esperan retrasar el rompehielos el tiempo suficiente como para evitar que Shell perfore hasta 2016, un plazo en el que esperan que el presidente Obama cambie de parecer en relación con la exploración petrolera del Artico.

"No hay plan B, del mismo modo que no hay Planeta B; no tenemos ninguna intención de movernos hasta que el presidente Obama rescinda el permiso de Shell para perforar en el Ártico", dijo Daphne Wysham, del Centro de Economía Sostenible.

La exploración petrolera del Ártico tiene numerosos detractores en Portland, y algunos se sumaron espontáneamente a la protesta de Greepeace. Un solo manifestante fue visto apoyando las perforaciones de Shell, según la prensa local.