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La inspiradora historia de una empleada doméstica que se hizo famosa con sus fotos

A inicios de 2010, el mundo descubrió la obra de una fotógrafa excepcional que no publicó ni una sola de sus imágenes en vida. Había muerto el año previo, y para los pocos que la conocieron, Vivian Maier era solo una anciana que había dedicado cuarenta años de su vida a cuidar niños.

Quiso el azar que un coleccionista de arte descubriera los más de 100,000 negativos que había dejado cuidadosamente guardados, cuando el almacén que los contenía los subastó por falta de pago del espacio rentado. Desde entonces, la obra de Maier ha sido aclamada internacionalmente; sus fotografías se han exhibido e incluso se produjo un documental sobre su misteriosa vida.

Xyza Cruz Bacani pudo haber sido una Vivian Maier del siglo XXI si no fuera porque el golpe de suerte que la empujó hacia el reconocimiento profesional se produjo durante su vida.

Xyza Cruz Bacani
Xyza Cruz Bacani

Después de 10 años trabajando como empleada doméstica en Hong Kong, Xyza, quien es fotógrafa autodidacta, solicitó una Beca de Derechos Humanos de la Fundación Magnum, que financia la matrícula para un curso de fotografía en Nueva York durante seis semanas.

Hasta marzo de 2015, la joven filipina de 27 años solía levantarse temprano, limpiar la casa antes de que su empleadora se despertara, preparar el desayuno de ella y luego tomar su propio café. "El resto del día, lo pasaba con los niños y haciendo mandados", le contó al sitio web Quartz.

Pero ese mes su vida cambió: fue aceptada por la Fundación Magnum, y poco después, en el verano, viajó a la ciudad estadounidense con otros cinco fotógrafos de diferentes regiones del mundo.

Sus fotos, en blanco y negro, reflejan la vida de las empleadas domésticas en Hong Kong y la trata de personas.

Foto de Xyza Cruz Bacani
Foto de Xyza Cruz Bacani

"[Xyza] realmente no se centra en las empleadas dentro de las casas. Ella capta su tiempo juntas afuera, para mostrar lo que es la vida fuera de esas condiciones. Fue lo que llamó la atención en sus imágenes, cuando ella les presentó para la beca”, dijo Susan Meiselas, presidenta de la Fundación Magnum.

A mediados de noviembre, Xyza fue nombrada por BBC como una de las 100 mujeres destacadas de 2015, una lista reservada para visionarios, y un honor que ella cree no merecer.

"Siento que no he hecho lo suficiente. ¡Nunca me gustan mis imágenes! ¡Yo sólo trabajo! Tal vez a causa de mis días de empleada doméstica. Yo sólo trabajo, sin hacer preguntas", afirmó.

 Xyza Cruz Bacani muestra las quemaduras en manos de una empleada doméstica
Xyza Cruz Bacani muestra las quemaduras en manos de una empleada doméstica

Xyza comenzó a tomar fotos para su madre. “Quería documentar la vida de los trabajadores domésticos, y debido a mi madre. Ella sale poco y trabaja muy duro", contó. "Me convertí en su ojo en el mundo exterior."

Su primera cámara la compró en diciembre de 2009, después de pedirle dinero prestado a su empleadora. Le costó el equivalente de dos meses de salario.

 Foto de Xyza Cruz Bacani
Foto de Xyza Cruz Bacani

“Cuando empecé a tomar fotos me sentí libre”, aseguró. “Hay un estigma cuando eres una trabajadora doméstica. Te encasillan. La sociedad tiene muy poco aprecio por mi trabajo previo, pero cuando estaba fotografiando, me sentía libre de ese estigma”.

"Quiero centrarme en las cuestiones de los inmigrantes porque yo misma soy una inmigrante", dijo refiriéndose al hecho de que es filipina y fue a trabajar a Hong Kong. "Siento que se los debo a ellos. Uno de los refugiados que fotografié en mayo pasado me dijo: ‘Ve a Nueva York, representa gente como nosotros, Allah te guiará!' No puedo olvidar eso. Mi objetivo siempre será contar historias que no han sido contadas".

Xyza afirma que sus padres son la fuerza impulsora detrás de su determinación y ética de trabajo:

“Espero ser como mi madre, aunque sea la mitad de ella. Ella trabaja muy duro por nuestra familia. Está muy orgullosa de todo lo bueno que me está pasando ahora. Mis padres son mi universo y mi motor impulsor. Cuando me siento perezosa, pienso en ellos y me obligo a mí misma a trabajar. No hay excusas."