El insultante desatino del gobierno sirio en medio del caos que corroe al país

Todavía recordamos a aquel ministro de Sadam Hussein que proclamaba que todo estaba bien, que no pasaba nada, mientras a sus espaldas se levantaba el humo y el ruido de la artillería, justo unas horas antes de que las tropas estadounidenses entraran en Bagdad.

Más de 10 años después, muy cerca de allí, el gobierno del presidente Bachar Al-Assad se empeña con igual ahínco en tamizar las imágenes de la devastadora guerra civil que corroe a Siria desde inicios de 2011.

En esta ocasión, mientras en todo el hemisferio norte extraemos los bañadores y los bikinis de sus oscuros depósitos, y las revistas anuncian la llegada del verano, el gobierno sirio ha tenido la grandiosa idea de anunciarlo mediante una campaña a través de las redes sociales, como si nada estuviera ocurriendo.

De acuerdo con un reporte del diario británico The Telegraph, con el hashtag #SummerInSyria, la agencia oficial de prensa SANA lanzó esta semana a través de Twitter una campaña en inglés que incita a sirios y a extranjeros a subir a la red social sus fotos personales del caluroso verano que se nos viene encima; fotos, obviamente, de playas y paz y felicidad…

Pero lo que se le ha venido encima a través de la red de redes y de los tantos dispositivos móviles que marcan el mundo globalizado en el que vivimos ha sido una avalancha de críticas mediante las fotos del horror que vive el pueblo sirio.

Porque si algo resulta difícil es intentar cubrir mediante imágenes paradisíacas la situación de una nación que ha perdido cerca de 220,000 civiles, según reportes de Naciones Unidas y que ha visto sus ciudades devastadas por las bombas de la aviación de Bachar Al-Assad.

El hashtag de marras fue retuiteado más de 4,000 veces.

Parece que el régimen sirio no aprendió la lección de aquel proyecto informativo oficial llamado www.infosyrie.fr, encargado de difundir falsedades sobre un conflicto local que parecía tener una solución a corto plazo. Solo sobrevivió un año y medio, antes de desaparecer para siempre de las pantallas de los ordenadores.

Este último experimento mediático, como apunta The Telegraph, recuerda a uno similar (#AskHamas), puesto en práctica en marzo pasado a través de Twitter por el movimiento islamista palestino Hamas, en un intento por generar una especie de transparencia en su relación con los internautas y los habitantes de Gaza, pero que tuvo que hacerle frente a miles de tuits y de imágenes que develaban los excesos, los casos de corrupción y la tendencia extremista de esa organización.