La conmovedora foto del perro que se mantuvo fiel junto a su compañero muerto al borde de la carretera

La conmovedora foto de un perro acompañando a su compañero muerto ha estado causando furor en las redes sociales. Se trata de un Gran Pirineo que se mantiene de pie, vigilante, junto al cuerpo de otro perro que murió tras el impacto con un auto en una carretera al sur de Dallas, cerca del cementerio nacional Dallas-Fort Worth.

Captura de video
Captura de video

Al parecer, según un reporte de The Guardian, el protagonista de esta foto arrastró a su compañero hacia el borde de la autopista y ahí permanecía cuando alguien le tomó la foto.

Fue una persona llamada Samuel Flores quien aparentemente realizó la foto minutos antes de que el perro vivo fuera rescatado, y lo publicó en la página de Facebook de Julie Fennell, una activa defensora de los animales.

Según trascendió, el perro fiel a su amigo muerte primero permaneció de pie junto al cadáver, y luego se acostó a su lado, pero nunca lo abandonó.

Gracias a la circulación de una primera imagen en las redes, la voluntaria Jessy Fairfelick tuvo conocimiento de lo que ocurría y se trasladó al lugar del accidente, donde atendió al animal y lo condujo ella misma a los Servicios Animales de la ciudad.

Tomado de la página de Facebook de Julie Fennell
Tomado de la página de Facebook de Julie Fennell


Estas muestras de fidelidad por parte de los perros se han vuelto habituales en las redes sociales, aunque nunca han dejado de emocionar a los internautas.

Hace apenas dos meses se supo del caso de un perro llamado Honor, quien se convirtió en el inseparable acompañante de un veterano de guerra con graves secuelas mentales. Wade Baker era un ex soldado que participó en la Guerra del Golfo y que, desde entonces sufría de un estrés postraumático severo que le provocaba, entre otros síntomas, unas terribles pesadillas.

Imagen en la que aparece Wade Baker, a la derecha, en 1991, durante la operación Tormenta del Desierto, en Iraq. (Brian Fuglsang via AP)
Imagen en la que aparece Wade Baker, a la derecha, en 1991, durante la operación Tormenta del Desierto, en Iraq. (Brian Fuglsang via AP)


Para intentar ayudarlo, la asociación Paws & Effect le había regalado en marzo de 2012 un perro labrador adiestrado en el acompañamiento de personas con ciertos traumas.

Según relató el mismo Wade, después de años arrastrando su padecimiento, este solo empezó a ser aliviado cuando Honor se convirtió en su mejor amigo, las 24 horas del día.

Tomado de la página de Facebook de Paws & Effect.
Tomado de la página de Facebook de Paws & Effect.


Sin embargo, a mediados de agosto pasado, este soldado perturbado sucumbió a una de sus grandes crisis nerviosas y retuvo a varios rehenes en una iglesia en Carolina del Norte. Minutos más tarde los equipos de rescate que rodearon la zona le dieron muerte. Su plan se cumplía, pues, como Wade lo había planeado. Él mismo se refirió en alguna ocasión a su deseo de ser “eutanasiado”.

Tras la muerte de su dueño, Honor cayó en un estado de duelo. Durante los funerales, el perro se acostó junto al sarcófago y hasta intentó en alguna ocasión subirse a él, como mismo hacía cuando Wade sufría sus pesadillas y su amigo corría a despertarlo, lamiéndole el rostro.

Honor, al pie del ataúd de su dueño, Wade Baker, durante el servicio fúnebre, el 22 de agosto de 2015 (Susannah Smith via AP)
Honor, al pie del ataúd de su dueño, Wade Baker, durante el servicio fúnebre, el 22 de agosto de 2015 (Susannah Smith via AP)


Normalmente, por su juventud, Honor debió haber sido recolocado junto a otra familia y a otro enfermo, pero esta vez se hizo una excepción. Desde entonces el perro ha permanecido junto a la familia de su difunto dueño. La viuda, los cuatro hijos del veterano no hubieran soportado verlo partir. Su ayuda ha sido irremplazable.

Algo similar ocurrió hace apenas dos semanas con Paco, un perro rescatado tras el huracán Katrina que se negó a moverse del lugar del accidente del que su dueña había sido víctima.

Ocurrió en Jacksonville. Kelly Black, de 42 años, paseaba a las seis de la mañana con Paco por el borde de una carretera, cuando, cerca de una gasolinera, un camión la atropelló.

Tomado de la pagina de Facebook de Action News Jacksonville
Tomado de la pagina de Facebook de Action News Jacksonville

Cuando los servicios de emergencia se llevaron el cuerpo de la fallecida, no se percataron de que su perro había decidido esperarla pacientemente en el mismo lugar donde el destino obró para separarlos. Allí, en medio de la calle, junto a los restos de sangre, quedó Paco por horas.

Solo la llegada de la familia de su dueña propició que el perro, quién sabe con cuánto dolor e inseguridad en su interior, regresara a su casa. El chofer del camión nunca se detuvo, nadie auxilió a la mujer durante los primeros minutos. Solo Paco lo vio todo. Había sido el único testigo de la muerte de Kelly.