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La activista que podría enfrentar 10 años de cárcel por darles agua a cerdos sedientos

La imagen de decenas de cerdos encerrados en un camión camino al matadero bajo un calor agobiante es intolerable para Anita Krajnc, una activista canadiense en favor de los derechos de los animales. Krajnc, de 48 años, es consultora en una serie de proyectos de bienestar animal y administra la organización caritativa Toronto Pig Save.

El grupo suele colocarse junto a la carretera a la espera de que pasen camiones con cerdos, y luego les da agua y fruta a través de los listones en el remolque.

Activistas de Toronto Pig Save participan en evento in Burlington, Ontario
Activistas de Toronto Pig Save participan en evento in Burlington, Ontario

El pasado 22 de junio, Krajnc se acercó a un camión para darles agua a los animales sedientos, y tuvo un altercado verbal con el chofer. Al día siguiente el dueño de los cerdos presentó una denuncia contra ella. Ahora la mujer enfrenta cargos de “conducta criminal”, que conllevan a una sentencia de hasta 10 años de cárcel bajo la ley de Canadá.

Un video, publicado por Toronto Pig Save bajo el título “Compassion is not a crime” (La compasión no es un delito) muestra el incidente. El conductor, identificado en documentos judiciales como Jeffery Veldjesgraaf, sale del camión para enfrentar a Krajnc.

Ella le dice: "Jesús dijo: 'Si tienen sed, deles agua' “.

Veldjesgraaf responde: "¿Sabes qué? Estos no son seres humanos, maldita tonta".

El hombre amenaza con llamar a la policía y le pregunta: "¿Qué tienes en que el agua?"

Ella le responde que es sólo agua, y él dice: "¿Cómo lo puedo saber?"

Bajo la ley canadiense, los cerdos son tratados como propiedad y pueden ser transportados hasta 36 horas sin comida, agua o descanso.

Por su parte, los miembros de la industria del transporte de cerdos alegan que las actividades del grupo de activistas ponen en peligro a los animales –provocando que se agolpen para recibir agua y frutas- y también pueden representar un peligro para la seguridad vial.

El granjero de Ontario Eric Van Boekel, que era dueño de los cerdos, presentó la denuncia contra Krajnc. El hombre declaró al diario británico The Guardian que sus cerdos son tratados éticamente, de acuerdo con todas las normas y reglamentos y que le preocupaban las protestas de los activistas tanto por la seguridad de los animales como de ellos,  que a veces se agolpan cerca de los grandes vehículos de transporte cuando se detienen en el tráfico.

"Es un país libre. No estamos de acuerdo con sus puntos de vista pero tienen derecho a su opinión como lo hacemos nuestro. Si les gusta protestar de una manera segura y razonable, se les proporcionan esos derechos", comentó.

Krajnc tuvo la audiencia prejudicial el lunes, a lo cual seguirá otra el 15 de diciembre. No se espera que el caso llegue a corte antes de agosto. "Es una barbaridad. Es una locura presentar cargos a alguien por conducta criminal por hacer eso", le dijo la mujer al diario británico al salir de la primera audiencia judicial.

En tanto, la situación se ha convertido en cause célèbre, movilizando a los activistas de los derechos de animales. Varias peticiones online han surgido en internet para apoyarla. Una de ellas, “La compasión no es un delito” ha reunido más de 127,000 firmas, mientras que otra, dirigida al flamante primer ministro Justin Trudeau, pidiendo que la corte de Justicia de Ontario retire los cargos contra ella, tiene más de 25,000 firmas.