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A la caza del codiciado voto hispano

Si usted es hispano, en estas elecciones a la presidencia se verá en medio de un fuego cruzado de mensajes publicitarios, llamadas o invitaciones a eventos por  parte de los candidatos y de sus respectivos partidos políticos. 

Le harán sentirse importante, único; le ofrecerán de todo para cumplir sus sueños. Como si se tratara de un juego de seducción, sólo que no es un juego, sino una guerra.  Y ya se han hecho los disparos de salida. 
 

Republicanos y demócratas lanzan sus campañas esta semana a la caza y captura del  codiciado -y decisivo- voto hispano.  Hoy lo ha hecho oficialmente el Comité Nacional Republicano y el miércoles lo hará la campaña de Obama.

Ambos tienen previsto concentrar sus esfuerzos en los llamados “estados bisagra”, es decir los que no están necesariamente “casados”  con un partido o un candidato y, por tanto, pueden decantarse por uno u otro bando político.   La mayoría son además estados con una gran población hispana,  como Florida, Nevada, Colorado, Nuevo México o Virginia.

Pero hay otros , como Arizona, que  entran en la categoría de “deseables”.  En el caso de Arizona que en 2008 ganó el republicano John McCain,  Obama aspira este año a arrebatárselo a su casi seguro rival Mitt Romney.

“Sabemos la importancia de acercarnos a los latinos. Es una comunidad que ha sufrido la peor parte de la economía de Obama y está clamando por un cambio y el Partido Republicano está aquí para ofrecerle ese cambio”, dijo hoy en conferencia telefónica con los reporteros el presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), Reince Priebus.  
 
Bajo el lema “Unete” y con un mensaje centrado en la economía y los trabajos,  el RNC ha desplazado a varios representantes a los estados clave para trabajar sobre el terreno.

La campaña del presidente se lanzará el miércoles bajo el lema “Latinos por Obama”.  La estrategia principal será registrar a nuevos votantes  y, en cuanto a temas,  pondrá énfasis en la reforma de salud, la educación y su renovada promesa de emprender una reforma de inmigración  si ganara un segundo mandato. 

El candiadato republicano, que supuestamente será Romney, no necesitaría ganar la mayoría del voto hispano para triunfar en noviembre, pero si al menos un 40%.  En la última elección, Obama obtuvo el 67%  y  su entonces contrincante -y perdedor-  McCain solo logró el 31%.