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Diez momentos locos de la campaña electoral en Estados Unidos

La política norteamericana es la más sorprendente del mundo

La política norteamericana es más entretenida. Hay políticos más ágiles y asesores más atrevidos, la competición es enorme. Las primarias permiten que personajes desconocidos tengan su momento y los actos pequeños son lugares idóneos para que los espontáneos griten. Los anuncios merecen mención especial.

En esta lista de los diez mejores momentos de esta campaña para el Congreso que concluye el próximo 4 de noviembre hay solo aspirantes a gobernadores, senadores y congresistas, aunque algunos con muy pocas opciones. Sirven en el fondo para entender mejor la política americana y el país:

1. Los espontáneos suben a la tarima. La senadora de Carolina del Norte Kay Hagan habla en un pequeño mitin. Detrás tiene una verja. Hay dos personas con carteles: “Kay Hagan perdió mi voto” y “Amigos no deportan a amigos”. Son de una organización que apoya a inmigrantes sin documentos.

Desde dentro del recinto otras dos personas cogen los carteles y suben al escenario, junto a la senadora. Hagan sigue hablando hasta que se sorprende. Nadie de seguridad impide el salto. Hagan aprovecha: “Oh, claro que apoyamos la reforma de la inmigración, pero tenéis que ir a hablar con Thom Thillis [su rival]”. Hagan nerviosa se aplaude a sí misma para acabar.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, no tiene elección el 4 de noviembre. Pero sale sin parar porque intentará ser presidente en 2016. Christie va de tipo directo y duro y tiene una relación curiosa con los espontáneos. Tuvo esta semana este encontronazo:

El ciudadano quería que todas las familias afectadas por el huracán Sandy hace dos años puedan por fin volver a casa. No es un ningún loco: era un ex regidor con su traje y corbata. Christie empieza a responderle:

Estaré más que contento de debatir contigo cuando quieras, tío, porque alguien como tú no sabe una maldita cosa sobre lo que dice excepto levantarse y chulear cuando las cámaras están aquí. Yo estaba aquí cuando las cámaras no, colega, y he hecho el trabajo.

Esta actitud perdonavidas es típica de Christie. Antes de que seguridad se lleve al ex regidor, dice Christie: “Así que escucha, si quieres tener esta charla luego, estaré encantado, colega. Pero hasta entonces, siéntate y cállate”. Una campaña presidencial con Christie sería atractiva.

 

2. La pregunta tonta más difícil. A los periodistas les gusta hacer preguntas difíciles en los debates. A veces es sin querer. En un debate entre el congresista republicano por Nueva York Michael Grimm y su rival Domenic Recchia, les preguntan cuál es el último libro que han leído. Empieza Grimm: 

Guau, hace ya tiempo. No he tenido tiempo de leer. Creo que fue uno de Tom Clancy, pero no recuerdo el título. Trabajando 12 o 14 horas, no tienes tiempo de leer.

Recchia no quiere aprovechar la debilidad del rival: “Estamos en campaña, estamos hablando con la gente”.

3. El ventilador y las normas. Los dos candidatos a gobernador en Florida son el actual, Rick Scott, y el aspirante, Charlie Crist. Su segundo debate empezó con un lío. El presentador saludó y dijo que ninguno de los dos candidatos estaba en el escenario. Había dos atriles vacíos.

En seguida salió Crist. Pero no Scott. Había un problema con un ventilador. Crist lo usa para evitar sudar en público, pero su uso no aparecía en las reglas pactadas por los candidatos. En la discusión posterior, un asesor de Crist tuiteó las reglas: el ventilador era una nota al pie.

Al final Scott apareció y hubo debate. El ex presidente Richard Nixon sabe que sudar en público es fatal. 

 

4. Los candidatos son políticamente incorrectos. Hay estados que montan debates con todos los candidatos que se presentan a gobernador. Es como si en España debatieran en la tele todos los candidatos de los partidos con papeleta en los colegios electorales. La escena en Vermont el 9 de octubre con los siete candidatos era así:

Aquí está el debate entero. Es admirable:

El primero en hablar es Pete Diamondstone, que va en bermudas y le tiembla la mano derecha. En su presentación dice: “Soy un revolucionario no violento socialista y secesionista. La mayor parte de lo que discutiremos aquí no me incumbe, porque quiero destruir el capitalismo”.

A su lado, Cris Ericson es una candidata independiente que quiere mantener la pureza original de Vermont con sus lagos y bosques. Si alguien quiere practicar inglés, es un ejemplo brutal de democracia total. El último en hablar en la ronda inicial es Peter Shumlin, el gobernador demócrata del Estado desde 2010.

En las primarias republicanas para gobernador de Idaho en mayo había aspirantes parecidos: un motorista decía que Dios le había escogido para presidente y otro residente del Estado que había tenido 16 hijos y le habían metido en la cárcel por educarlos en casa (es de la imagen del vídeo). Sus mejores momentos están aquí:

5. El futuro líder del Senado hace un Van Damme. Si los republicanos recuperan el Senado, que es lo más probable, su líder será Mitch McConnell, de Kentucky (tiene una reelección difícil, pero sería una sorpresa tremenda que no ganara).

Uno de los problemas que tiene McConnell es que parece serio y lejano. Su campaña ha hecho un par de anuncios para arreglarlo. En el primero juega a seguir o no las recomendaciones de su equipo. En una de ellas le dicen que le ven entre dos camiones. “Parece peligroso”, responde McDonnell, pero se marca un Van Damme:

El final del anuncio sale rodeado de una raza de perros de caza típica en Kentucky. Recuerda a un anuncio mítico de 1984 en la campaña que le llevó al senado. Entonces varios perros rastreaban al senador rival, que estaba poco en Washington haciendo su trabajo:

El segundo anuncio simpático de McConnell es más forzado, con uno de sus presuntos tenderos:

6. El premio al más cutre. El granjero Cliven Bundy se hizo famoso esta primavera por una disputa con el gobierno federal sobre si su ganado podía pacer en tierra pública de Nevada. Fue un tipo de batalla que gusta a los conservadores entre derechos individuales contra leyes federales. El malo de la película era el entonces fiscal general, Eric Holder.

Bundy se hizo además famoso por comentarios racistas. Quizá para demostrar lo contrario o que no quería decir lo que dijo sale en este curioso anuncio con un candidato negro al Congreso por Nevada, Kamau Bakari. En su página electoral, Bakari se hace llamar “Kamau el electricista”.

“Un hombre debe ser capaz de decir lo que quiera sin que nadie le falte al respeto”, dice Bundy. “Te entiendo, Cliven”, responde el aspirante a congresista Bakari. Es todo muy americano:

7. La fiesta de los ejecutivos es espectacular. La reforma sanitaria de Obama fue un tema electoral en 2010 y 2012. Pero ya no. Algunos demócratas incluso se atreven a defenderla.

El candidato al distrito 2 de Minnesota, Mike Obermueller, acusa al congresista republicano John Kline de hacer el juego a las aseguradoras: “Para los ejecutivos de las mutuas, John Kline es música para sus orejas. Porque si el Congreso deroga ObamaCare, esas compañías volverán a cobrar lo que quieran”, dice la voz en off. Para demostrarlo, unos cuantos ejecutivos están de juerga gracias a Kline. Algunos bailan bien:

8. El mono toma cocaína. En el capítulo de los anuncios con animales hay dos menciones. Hace un par de días hablaba de cerdos en Iowa. Hoy el protagonista es un mono que aguanta bien en el hombro de la protagonista.

El mono está ahí para demostrar una de las críticas más oídas en Estados Unidos: cómo se gasta el gobierno federal el dinero de los contribuyentes: “820 mil de nuestros dólares en impuestos se han gastado en estudiar cómo responden los monos a la injusticia y cómo actúan cuando se les da cocaína. Pensad en eso: así de indignante se ha vuelto el gasto en Washington”.

El anuncio es del republicano Rick Allen contra el congresista demócrata por Georgia John Barrow.

9. El coronel derrota al cocodrilo. Luisiana tiene tres candidatos a senador. La senadora demócrata Mary Landrieu, el republicano Bill Cassidy y el simpatizante del Tea Party Rob Maness. Maness es un coronel retirado del ejército del Aire. En uno de sus anuncios hace que los cocodrilos -célebres en Luisiana- sean los protagonistas.

Empieza así: “Soy Rob Maness y aquí en Luisiana se aprende a ser duro”. Y sale un cocodrilo. “Un momento de debilidad y los cocodrilos acaban con tu vida”, sigue. Luego compara a los grandes gastadores de Washington con los cocodrilos. Al final, claro, Maness vence a un cocodrilo.

Maness no tiene ninguna opción de ganar las elecciones.

10. La cita que tiene más consecuencias. He empezado con un candidato a la presidencia en 2016, Chris Christie. Acabo con otros dos. El senador Lindsay Graham parece que tenía alguna esperanza remota de llegar a la Casa Blanca. Pero con esta cita robada, que ha reconocido, se le ha vuelto aún más difícil. Graham hablaba en una sesión cerrada en un club masculino de Charleston, Carolina del Norte:

Estoy intentado ayudaros con los impuestos. Siento que el gobierno esté tan jodido. Si llego a la presidencia, a los hombres blancos en clubes solo masculinos les irá bien en mi presidencia.

“Hombres blancos”, dice.

El senador Marco Rubio no ha metido la pata, pero ha incorporado a su campaña un detalle gracioso: un fotógrafo. Los simpatizantes que quieran una foto con el senador se la podrán hacer y descargársela de la página web de Rubio.

La trampa es que deben dar sus datos y la teoría de la campaña es que quien se quiera hacer una foto con Rubio es más probable que done dinero. Es posible. Es probable que las ideas de cara a 2016 sean mejores.


Historia original: Yahoo España