Dejad que los niños se manchen… un poco

Esto que podéis observar encima de estas letras es la gráfica de datos que ofrece el Banco Mundial con la esperanza de vida desde el año 1950 hasta la actualidad. Gracias a la Ciencia, los enormes avances en Medicina y al desarrollo de las medidas de higiene y seguridad, los bebés que nazcan hoy tendrán la mayor esperanza de vida de toda la Historia y contarán con la menor tasa de mortalidad infantil jamás vista…

Y para realizar estas comparaciones no tenemos que irnos muy lejos, no tenemos que comparar estos índices con siglos remotos puesto que simplemente comprobando los datos más recientes podemos ver que la mortalidad infantil ha descendido un 40% desde el año 1990.

Por supuesto, y como decimos, estos grandes avances son atribuibles en una buena parte a la higiene, la esterilización y la seguridad en la vida diaria de los bebés, sin embargo ante la obsesión casi compulsiva de algunos padres por la limpieza y la sobreprotección de los pequeños, está bien que de vez en cuando aparezcan estudios como el que ha publicado el John Hopkins Hospital en el que nos informan de algunas desventajas de este excesivo cuidado.

Según los investigadores de la División de Alergias e Inmunología del John Hopkins los recién nacidos expuestos a la suciedad y a los gérmenes tendrán menor riesgo de sufrir alergias y asma…

El informe, publicado en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology, revela que la exposición temprana a las bacterias y ciertos alérgenos puede tener un efecto protector por la configuración de la respuesta inmune de los niños, un hallazgo que los investigadores dicen que puede ayudar a desarrollar mejores estrategias preventivas para multitud de alergias y afecciones respiratorias como el asma.

El estudio fue realizado entre 467 recién nacidos dentro de las ciudades de Baltimore, Boston, Nueva York y St. Louis cuya salud fue seguida durante tres años.

Los investigadores visitaron los hogares para medir los niveles y tipos de alérgenos presentes en los alrededores de los bebés y los puso a prueba para las alergias a través de análisis periódicos de sangre y de piel, exámenes físicos y estudios de los padres. Además, los investigadores reunieron y analizaron el contenido bacteriano de polvo recogido de los hogares de 104 de los 467 niños del estudio.

Paradójicamente cuando los investigadores estudiaron los efectos de la exposición acumulativa a bacterias, gérmenes y alérgenos comunes (gatos, perros, ratones, insectos, polen) se dieron cuenta de una notable diferencia: Los niños que menos alergias presentaban a los 3 años habían crecido con los más altos niveles de alérgenos domésticos. Alrededor del 41 por ciento de los niños libres de alergias y asma habían crecido en ambientes con mayor porcentaje de bacterias, como por ejemplo granjas…

Como os podéis imaginar, esto no significa que tengamos que abandonar la limpieza o la higiene con los bebés, y por supuesto se mantiene la importancia de seguir estrictamente el calendario de vacunas... pero sí puede ayudar a tranquilizar un poco a esos padres obsesionados con la higiene y excesivamente protectores.

Referencias científicas y más información:

John Hopkins Medicine “Newborns Exposed to Dirt, Dander and Germs May Have Lower Allergy and Asthma Risk”