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Cuatro factores humanos que aceleran la extinción

En Biología de la Conservación, se culpa a estos cuatro grandes factores de amenaza a la biodiversidad, todos ellos responsabilidad del ser humano.

Existen otros, tal vez igual de importantes que los listados a continuación, pero sobre ellos no existe un consenso tan amplio. El orden en que aparecen no responde a un criterio de importancia.

Especies exóticas
La competencia entre especies introducidas y especies autóctonas supone uno de los mayores problemas en cuanto a la protección de la biodiversidad. Las especies introducidas son organismos que se encuentran fuera de su área de distribución, su región natural de aparición, por acción del hombre.

Pueden haber sido introducidas de manera voluntaria por el hombre, bien para ser consumidos o como mascotas; también pueden ser introducidos de manera accidental, por ejemplo en agua de lastre de los barcos transoceánicos, o a través de infraestructuras humanas, con un claro ejemplo en las especies lessepsianas, aquellas que han cruzado el Canal de Suez.

Una vez que las especies introducidas se naturalizan y mantienen una población estable, comienzan a competir con las especies autóctonas por los recursos, ya sea alimento, espacio u otros factores. En los casos en que comienzan a proliferar y superar en número a las especies autóctonas, y a afectar gravemente su existencia, pasan a conocerse como especies invasoras.

Degradación y pérdida de hábitat
Se trata de dos conceptos muy similares, con matices distintivos entre ambos. La pérdida de hábitat tiene lugar cuando se transforma un ecosistema o parte de él, dejando de estar disponible para las especies que vivían allí. Por ejemplo, cuando se urbaniza, el terreno en el que se asientan las nuevas construcciones deja de ser apto para un gran número de especies. Ocurre lo mismo cuando se deforesta una parcela de bosque para crear campos de cultivo, o cuando se desecan humedales, bien sea voluntaria o involuntariamente.

La degradación del hábitat hace referencia a un cambio en su estructura, no a su desaparición. Cuando un hábitat se fragmenta, por ejemplo al construir una infraestructura línea (carreteras, vías de tren) quedan dos parcelas que no están interconectadas, imposibilitando a algunas especies cruzar. También se crea una frontera entre la infraestructura y la naturaleza, en el que las especies que aparecerán serán distintas, lo que se conoce como efecto borde.

Contaminación
Se entiende por contaminación la degradación en las condiciones del ecosistema. Solemos asociarla a la contaminación atmosférica, en el que cambiamos las proporciones de los compuestos del aire, y eso modifica a la composición de especies. Difícilmente encontraremos líquenes en las ciudades, ya que son muy sensibles a la contaminación.

En los sistemas acuáticos el cambio puede ser más notable, incluso más peligroso. Si se modifica la composición del agua incrementando el nivel de ciertos nutrientes (principalmente fósforo y nitrógeno) podemos cambiar por completo el ecosistema, en un proceso que se conoce como eutrofización.

Los sistemas eutróficos son "de peor calidad", tienen un menor número de especies, y pueden acarrear serios problemas, como la aparición de las temidas "mareas rojas", o blooms algales. Estos blooms son crecimientos masivos de distintos tipos de algas, la mayoría venenosas, y son muy comunes en embalses durante la época de verano.

Sobreexplotación
El ejemplo que suele citarse es el de la sobrexplotación de los bancos de peces. El uso intensivo de determinados caladeros ha supuesto la extinción local, o la casi total desaparición de determinadas especies. Este hecho está muy vinculado con el concepto de capacidad de carga, el número máximo de individuos de una determinada especie que el ecosistema puede soportar manteniendo una tasa constante de consumo de recursos.

Una vez superada la capacidad de carga, los recursos no pueden renovarse a una velocidad suficiente como para mantenerse el consumo, y o bien el recurso se agota (extingue) o disminuye el tamaño poblacional de la especie responsable de la sobrexplotación.