La última foto costosa del presidente Peña Nieto

Y al final pasó. Llegó el momento, justo a la mitad del sexenio en que una vez más nos tendremos que apretar el cinturón en vista de la situación económica actual donde el oro negro se nos convirtió en arena con su baja cotización y del crecimiento anual interno que no marca una diferencia con los años anteriores.

El momento ideal para anunciarlo por parte del Presidente, como era de esperarse, fue el día en que todo mundo lo voltea a ver, es decir, en el mensaje de su Tercer Informe de Gobierno, lleno de aplausos y abrazos y vítores, como antes, como aquellos días, cuando todavía podían entrar los presidentes  a la Cámara de Diputados, porque recordar es vivir.

Enrique Peña Nieto fue claro; para afrontar esta difícil situación hay de tres sopas: o se aumentan impuestos o nos endeudamos más o, cómo solemos hacerlo los mortales por fuerza de la necesidad, recortamos los gastos. Como las dos primeras no vuelven a nadie más popular, entonces optó por la tercera, prometiendo un uso del presupuesto más austero y responsable.

El primer problema viene cuando uno no sabe qué es para el actual gobierno federal eso de la austeridad, ya que por lo regular terminan contándole la llave de efectivo a programas e iniciativas y nunca a los que ahí dentro se gasta y bien.

Se esperaría entonces, que para recuperar el nivel de confianza de la gente (según encuestas es el presidente con menor índice de aprobación en los últimos 20 años y eso porque se le atravesó Salinas de Gortari) el cinturón se lo apretaran ellos primero pero en cosas visibles, como su sueldo, por ejemplo –cálmate, tan poco estamos tan mal, dirán- y sus usos y costumbres como viajar en helicópteros para eventos a la vuelta de la esquina, comidas en restaurantes de lujo, galletitas, café y ‘N’ cantidad de asesores que se contratan para asesorar a otros asesores, tanto de secretarios de Estado como en otros órganos de la burocracia nacional, como el Congreso, el Poder Judicial y ese aparato carísimo especialista en aumentar los índices de gastritis con cada resolución suya que es el Instituto Nacional Electoral.

De hecho, Peña Nieto se encuentra frente a la mejor de sus oportunidades. Si alguien puede marcar una diferencia es él, pues desde que llegó a Los Pinos no ha parado de levantar cejas ajenas con remodelaciones y giras y más giras al extranjero.

Justo en esto último es donde más podría cambiar esa percepción de que el presidente nomás derrocha. Si dejara de ir a cada una de sus visitas de Estado cargado hasta con el perico seguro daría la impresión de que nos está dejando por lo menos pa’ las aguas. Con que nos ahorremos lo del estilista de su esposa y la presencia de muchos de esos invitados que nomás van de gorra se lo agradeceríamos.

Y es que el ‘preciso’ lo que necesita es algo que todo mundo diga, ¡órale, está cumpliendo!’, porque haga lo que haga, aunque sea bien, todo es motivo de crítica por el simple hecho de que hay una concepción histórica de que cualquier político, sea del partido que sea, está en un cargo público única y exclusivamente para robar.

Si a eso se le suma que a la primera de cambios sale con un decálogo de buenas intenciones, como solía hacerse en aquellos tiempos de hegemonía priista al igual que crear una comisión que investigara lo que se quería que no se supiera, entonces lo que viene es una cadena de ‘buenas intenciones’ que se quedan en el mero discurso y a veces ni eso, pues de vez en cuando hay quien analiza lo que el Presidente dice para comprobar que de una u otra forma, nos está tomando el pelo.

Eso es justo lo que hizo el sitio Animal Político con el mensaje de Tercer Informe, donde a través de un extraordinario olfateo reveló que de 21 logros de los que se vanaglorió el Presidente frente a más de 1,500 invitados, 9 resultaron engañosos, 5 fueron verdades a medias, 4 no se podían comprobar porque ni datos aportaba el gobierno federal, 1 fue discutible y solo 2 fueron hechos completamente verdaderos.

Curiosamente, una de esas dos cosas que resultaron totalmente ciertas fue cuando dijo que la pobreza había aumentado y, efecto, se puede comprobar que hay dos millones de pobres más. El otro hecho indiscutible fue que 33 mil personas con discapacidad obtuvieron trabajo gracias al gobierno federal.

Sin embargo, van aquí dos ejemplos detallados de cómo resultaron engañosos ciertas aseveraciones del Presidente:

¿Es cierto que este gobierno logró capturar a 92 de los 122 delincuentes más peligrosos?

¿Beneficia la Cruzada contra el Hambre a 4.5 millones de personas?

Píquele aquí si desea consultar los 21 análisis que hizo Animal Político del Tercer Informe

Luego entonces, si Peña Nieto quiere darle un giro a cómo se ve actualmente su administración, tendrá que empezar por las cosas que él mismo hace (incluida su familia). De cumplirlo, la fiesta por su Tercer Informe sería de las últimas en las que el derroche de recursos es evidente (nomás échele cuentas con 1,500 invitados) y que si lo prorrateamos con sus fotografías (dónde el 50%  en el sitio de Presidencia son de su esposa) resulta que cada imagen está saliendo bastante cara. Y en términos de imagen y percepción al Presidente le han costado bastante más. Ya el tiempo nos dirá si en efecto el gobierno se volvió austero. Y si no, eso nos lo dirá la revista Hola!, que en los últimos tres años, pero sobre todo en este, ha sido como un balazo en el pie para la pareja presidencial.

Justo a la medida

Si hay alguien que estaba destinada a ocupar una curul en San Lázaro esa era la actriz Carmen Salinas, quien además de ser la última en llegar siguió el protocolo adecuado para hacerle honor a cualquier diputado que presuma de respeto. Esto es, llegó, se tomó una selfie para que todo el mundo supiera dónde estaba… y se durmió. Eso es tener respeto por las tradiciones y las instituciones que nos han hecho lo que somos, pésele a quien le pese. Ya solo falta que Cuauhtémoc Blanco tome posesión de su cargo y entonces tendremos el cuadro completo del circo en el que siempre ha estado la clase política mexicana.

Para que no los olviden

Se fue el PT de la Cámara de Diputados. Y llegó Morena. Y para que todos supieran cómo va estar la cosa los próximos tres años, lo primero que intentaron sus diputados, aún antes de encontrar su curul, fue tomar la tribuna porque legislador que no se salta el protocolo y hace un bloqueo a la menor provocación, no es de izquierda . Uno ve el relajo que armaron apenas el primer día y se pregunta quién le habrá dicho al ‘chapulín’ Jesús Zambrano que invitará al Presidente a dar su informe a la Cámara. Si estando los que estaban no iba, sabiendo que está Morena dando voz a Andrés Manuel López Obrador de guaje se para ahí.

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