Si en Alaska hay más mosquitos, los renos se llevan la peor parte

Un aumento de dos grados en la temperatura media de la zona del Ártico haría que hubiese muchos más mosquitos, que se cebarían con los caribúes (renos americanos)

Los caribúes, los renos americanos, no paran de recibir malas noticias. Según un estudio reciente, si las temperaturas siguen subiendo a este ritmo, cada vez habrá más mosquitos en el Ártico. Que se alimentan básicamente de caribúes (Rangifer tarandus).

Pero, ¿qué tienen que ver las temperaturas con que haya más mosquitos? Pues mucho, en realidad. Por no decir casi todo. En esta zona del mundo, la supervivencia de los mosquitos está muy estrechamente vinculada con la temperatura. Si estas suben, los mosquitos sobreviven más. Con lo que hay más volando y zumbando, atacando a todos los animales que pueden.

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Los mosquitos se desarrollan en lagunas temporales. Es decir, en pequeñas masas de agua que surgen como resultado del deshielo. Antes del invierno, las hembras de mosquito dejan allí sus huevos, y cuando se rellenan las lagunas, éstos eclosionan y se convierten en larvas.

Esto cada vez está pasando antes. Por lo tanto, las larvas nacen antes. Pero no se transforman en adultos – en los insectos alados y chupadores de sangre – tan pronto. Pasan más tiempo en forma de larva.

Con esto consiguen “nacer” - metamorfosearse, en realidad – siendo más grandes. Es este hecho el que hace que sobrevivan más. ¿Cuántos más? Pues dependerá de cuánto suban las temperaturas. Pero en el artículo se habla de un aumento de algo más del 50% si sube dos grados la temperatura media.

Esto significa que donde antes había 10 mosquitos, tendríamos ahora 15 mosquitos. Donde había 100, pasaríamos a más de 150. Si ya son una plaga en muchos momentos – de hecho, existe la broma de considerarlos “el ave emblema de Alaska” – la situación pasaría a ser mucho peor.

Especialmente para los caribúes. Más que nada, porque son la presa principal, el alimento que aprovechan los mosquitos en los ecosistemas árticos. También para los humanos, aunque en menor medida.

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Además, en el caso de los renos americanos, la cosa aún se complica más. El cambio en el momento en que eclosionan los huevos también cambia el momento en que salen los mosquitos. No se acelera tanto, pero sí lo hacen antes. Y pasan a coincidir por completo con la época de cría de los caribúes.

Para un reno adulto, las picaduras son molestas. De hecho, lo son tanto que en muchas ocasiones salen corriendo hacia lugares con mucho viento, para quitárselos de encima. Esto afecta a su alimentación – más tiempo huyendo de los mosquitos, menos tiempo dedicado a comer.

Pero a una cría le puede suponer un riesgo muy serio, mucho más que a un adulto. Entre la sangre que le sacan y el tiempo que le roban – porque huyan ellas, o porque lo haga la madre – la supervivencia de los pequeños de la manada se puede ver muy afectada.