Anuncios

Serpientes como camiones y caballos tamaño perro existieron y pueden volver a hacerlo

La imagen de una serpiente del tamaño de un camión asusta. A nadie le gusta imaginarse a un depredador de semejante tamaño. Pero si la acompañamos de caballos talla gato doméstico, ciervos no mucho más grandes que un perro de tamaño medio y monos enanos, parece el escenario de una película de fantasía. Y sin embargo, faunas como estas existieron y lo más preocupante, pueden volver a hacerlo.

Los eventos de cambio climático no son algo nuevo, aunque sí lo sea la forma en la que se está produciendo. Por eso para poder hacer predicciones sobre lo que va a ocurrir, la ciencia debe basarse en los datos históricos – en este caso, paleontológicos – que existen. Y lo más parecido que podemos encontrar es el periodo conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE).

Hace 55 millones de años el planeta se enfrentó a un aumento en sus temperaturas. En concreto fueron seis grados centígrados, aproximadamente lo que se espera que aumente durante el proceso actual. Y esto tuvo un impacto muy fuerte en los animales de toda la Tierra.

Pero, ¿por qué unos se convirtieron en gigantes y otros se miniaturizaron? Porque los ejemplos de este proceso se resumen en dos animales con nombres bastante descriptivos: la boa titán (Titanoboa sp.) y el caballo enano (Hyracotherium sp.)

En los dos casos el motivo es el mismo: la dispersión de calor. Para enfriarnos, los animales utilizamos la piel y los tejidos en contacto con el exterior. Es decir, la superficie corporal. Pero el calor se produce en el interior, por todo el volumen del organismo. La relación, en términos matemáticos, es de cuadrado frente a cubo. Es decir, que un animal de mayor altura tiene más superficie corporal que uno de menor talla, pero muchísimo más volumen.

Aquí es donde entra la diferencia de estrategias entre unos y otros animales. Los mamíferos somos endotérmicos, “de sangre caliente”. Producimos y regulamos nuestra temperatura corporal mediante procesos internos del animal. En cambio, las serpientes y otros reptiles son “de sangre fría” – ectotermos – , y dependen de fuentes externas de calor. Del sol para calentarse, o del agua. De la temperatura ambiente.

Así que si hace más calor, ¿qué harán cada uno? En el caso de los mamíferos, reducir su tamaño. De esta manera la cantidad de superficie se acerca más al volumen y se puede perder mejor el exceso de temperatura. En cambio, los reptiles harán todo lo contrario, aumentarán su tamaño para que la cantidad de piel sea menor en comparación con la masa corporal.

Lo más interesante de este caso es que se ha podido demostrar que no es una anécdota. Todo esto ocurrió durante el MTPE. Al recuperarse las temperaturas anteriores, los animales fueron volviendo a su talla original. Pero dos millones de años más tarde se dio otro calentamiento, y se repitió el proceso.

El que la estrategia fuese la misma tiene un significado muy importante en ciencia. Si ocurre una vez puede ser una anécdota, pero si se repite se convierte en tendencia. Y son las tendencias las que se utilizan para realizar predicciones de futuro.

En base a los datos que se tienen, lo que podemos esperar es que los mamíferos nos vayamos haciendo cada vez más pequeños, y que las serpientes, tortugas y otros reptiles crezcan en tamaño. Claro, que esto ocurre a lo largo de cientos, si no miles de años. Con lo que es seguro que ninguno llegaremos a verlo.

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR:

Fuente: Yahoo! España
Serpientes como camiones y caballos tamaño perro existieron y pueden volver a hacerlo