Manukura, el kiwi que tragó más de la cuenta

Los kiwis, esas pequeñas aves de Oceanía incapaces de volar, se han convertido en el símbolo nacional de Nueva Zelanda (de hecho así se llama popularmente a los nativos de esta isla).

Se encuentran en peligro de extinción debido a las dificultades que tienen para escapar de los nuevos depredadores traídos por el hombre y debido a su lentísimo ritmo reproductivo, y es que estas pequeñas ponen un solo huevo cada vez (el cual es enorme en comparación a su tamaño, ya que puede llegar a pesar hasta una cuarta parte del peso total del ave).

Pero hoy vamos a hablar de un kiwi con nombre propio. Se llama Manukura y es una de las estrellas del Centro North Island para la Protección de Animales Salvajes de Nueva Zelanda.

Su particularidad, por si no fuera poco ser uno de los escasos trece animales de su especie que existen en cautividad, radica en que no es marrón como todos sus congéneres, sino de color blanco. Si estáis pensando que el ave es albina, no es así. En realidad padece una extraña y poco habitual transformación de color.

Este pollo de seis meses, ha saltado a las portadas de la prensa de medio mundo por haber pasado recientemente por el quirófano debido a problemas intestinales. Al parecer, una semana antes de la intervención, los cuidadores comprobaron que el animal no comía. Una inspección en rayos-X reveló que el problema venía de dos grandes piedras alojadas en la molleja del ave.

Tradicionalmente, los kiwis ingieren pequeñas piedras para ayudarles a hacer la digestión, aunque al parecer Manukura calculó mal el tamaño y tragó más de lo que su estómago podía soportar, lo que le provocó una obstrucción intestinal.

Los veterinarios que lo operaron en el neozelandés Hospital Wellington, sometieron al animal a dos intervenciones distintas y emplearon lásers para romper las rocas en otras más pequeñas y adecuadas para su digestión.

Todo salió estupendamente, aunque durante la intervenció el ritmo cardiaco del kiwi blanco se redujo de pronto dando un pequeño susto a los veterinarios. En la actualidad se recupera de forma satisfactoria en un área de aislamiento.

Leído en la BBC.