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Los pájaros también se emborrachan

Entre los muchos efectos adversos de consumir cantidades altas de alcohol están la pérdida de equilibrio, una cierta tendencia a resbalarse y dificultades para moverse. Todos estos factores son un problema si se vive sobre el suelo, pero complican mucho más las cosas si tu vida tiene lugar habitualmente sobre las ramas de los árboles y te mueves volando.

Esto fue lo que descubrieron varios miembros de una población de mirlos (Turdus merula).

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El pasado verano, doce de estos animales aparecieron muertos en el patio de un colegio en Cumbria, una región al noroeste de Inglaterra. También había otro mirlo vivo, pero en bastante mal estado.

Los responsables del colegio avisaron a las autoridades, que mandaron a un equipo de la agencia de Salud Animal y Veterinaria. Al comprobar la zona, se encontraron con dos cadáveres más.

En un principio, las autoridades pensaron que podría tratarse de un acto humano. Los animales presentaban heridas externas, pero no parecía que estuviesen en mal estado físico. Así que tomaron varias muestras y las estudiaron con detenimiento en el laboratorio.

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Los estudios sobre tóxicos y venenos dieron resultados negativos. También los de enfermedades como la gripe aviar. Y una de las muestras les puso en el camino para entender lo que había pasado. El nivel de etanol, el alcohol que aparece con las fermentaciones, era muy elevado.

Cuando vieron ese resultado, empezaron a atar cabos. Todos los animales tenían en su estómago bayas de serbal. Esta planta no es venenosa, y por lo tanto no le habían dado mayor importancia. Pero si los frutos están infectados por una levadura, esta fermenta los azúcares de la baya y produce etanol.

Además tenían el informe del refugio de animales al que se llevó al mirlo que apareció vivo. En él se contaba que el animal no era capaz de mantenerse de pié, teniendo que utilizar sus alas para equilibrarse, y que tampoco era capaz de levantar el vuelo. De hecho, dijeron que se comportaba como si estuviese borracho.

Los veterinarios no han podido explicar por qué sólo en una de las muestras aparecen niveles de alcohol muy elevados. Sin embargo, esto explica perfectamente el comportamiento del animal vivo. Y también las heridas de los cadáveres, que parece que tuvieron lugar al chocar entre sí los mirlos durante el vuelo.

Lo que dejó más sorprendidos a los responsables del estudio fue que este caso no es único. En 1999 tuvo lugar una mortandad de zorzales (Turdus iliacus). Muchos de ellos caían directamente de los árboles al suelo, donde morían. Después de un análisis exhaustivo se pudo saber que habían muerto al ingerir demasiado alcohol, que en este caso provenía de frutos de acebo fermentados.

Fuente: Yahoo! España
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