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Las mariposas de los mares se disuelven vivas

En la web del Planktonchronicles llaman a los pterópodos (moluscos que nadan) de una forma muy poética: mariposas de los mares. Son, en efecto, miembros de esa nube de vida fundamental llamada plankton que sustenta a toda la cadena trófica de los mares, y están en peligro.

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El término pteropoda procede de la unión de dos raíces griegas: "ptero" por ala y "podo" por pie. Literalmente "aquellos cuyo pie tomó la forma de un ala". Parientes marinos de nuestros caracoles, estas criaturas de caparazones diminutos son totalmente transparentes.

Precisamente es este mínimo grosor del carbonato de calcio que compone su concha lo que les está poniendo en peligro. ¿La causa? De nuevo el calentamiento global y sus efectos secundarios.

Y es que buena parte del exceso de CO2 que se emite a la atmósfera va a terminar a los océanos, donde acaba disuelto en forma de ácido carbónico, lo cual modifica el PH de las aguas haciéndolas menos alcalinas. Y a las conchas de los pterópodos hay dos cosas que le van fatal: la ausencia de calcio y las fluctuaciones en los niveles de pH de su entorno.

Estos animales construyen sus conchas enteramente a partir de una forma de carbonato de calcio llamada aragonita, que es extremadamente sensible al exceso de acidez.

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Y esto es lo que han descubierto los integrantes de una expedición científica británica al Antártico que recopilaron estas criaturas a comienzos de 2008 y cuyas conclusiones acaban de ser publicadas en nature geoscience: para el año 2050 el océano sufrirá una merma severa en los niveles de aragonita.

Y es que tal y como los científicos cuentan en este trabajo, la química de los carbonatos está cambiando muy rápidamente en la superficie de los océanos a causa de la acidificación de los océanos provocada por las actividades humanas. Esto está llevando a que los pterópodos, que forman grandes comunidades en la superficie de las aguas polares, se estén literalmente "disolviendo", algo que también comienza a sucederle a los corales.

De hecho, los científicos han cuantificado el descenso del pH en un 0,1% por siglo, lo cual es un ritmo mucho más rápido de lo que el planeta ha visto en los últimos 300 millones de años.

Los experimentos en laboratorio han demostrado que más ácido carbónico en el agua implica un aumento de iones de hidrógeno, que reaccionan con los iones de carbonato impidiendo la formación del preciado carbonato de calcio.

Una vez más, la única forma de detener la acidificación de los océanos es reducir las emisiones de CO2. Puede que la suerte de estas diminutas criaturas no nos parezca interesante, pero como digo existen múltiples especies de peces que basan su existencia en la depredación de plankton. Y eso es solo el inicio de la gran cadena de interrelaciones en cuya cúspide estamos nosotros.


Fuente: Yahoo! España
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