La fascinante historia de las Lunas de Galileo

En este rincón dedicado a la Astronomía en Yahoo intentamos estar siempre al tanto de las noticias y descubrimientos de la actualidad. El hallazgo de un lejano y extraño exoplaneta, la reciente publicación de un artículo sobre atmósferas o la última sorpresa encontrada por el Curiosity en su deambular por Marte… Sin embargo, también podría resultar interesante para el lector echar la vista atrás y, de vez en cuando, darle un repaso a algunos de los hechos más significativos e interesantes del pasado que nos ayuden a comprender mejor estos avances tecnológicos de presente.

E indudablemente, si existe un acontecimiento histórico que ha trastocado poderosamente toda la Historia de la Astronomía, es la invención del telescopio. A pesar de la gran importancia que ha resultado tener hasta nuestros días, lo cierto es que el inventor real del primer telescopio es objeto de una amplia controversia. En los primeros años del siglo XVII surgió casi simultáneamente una amplia colección de telescopios atribuidos a diversos inventores… Hans Lippershey, Zacharias Jansen o Jacob Metius fueron solo algunos de los personajes que intentaron patentar aquel novedoso desarrollo.

Lo cierto es que hubo numerosos inventores en disputa y algunos estafadores que intentaron atribuirse el mérito, y por tanto los beneficios asociados a él. Actualmente la mayoría de historiadores coinciden en atribuir a Hans Lippershey el honor de haber sido el primer inventor, o al menos eso se deduce de los documentos que prueban que fue el primero en intentar patentarlo en 1608.

La historia detrás de la invención que nos ha llevado desde los más primitivos hasta el gran Telescopio espacial Hubble es fascinante, pero lo que podemos asegurar con certeza es que Galileo no inventó el telescopio, como mucha gente cree. El célebre astrónomo recogió la idea de alguno de esos desarrollos anteriores y lo que sí hizo fue desarrollarlo y mejorarlo, construyendo el que seguramente sería uno de los más avanzados de la época.

Tampoco sabemos si Galileo Galilei fue el primero en utilizar el telescopio para mirar hacia las estrellas. No parece probable que a nadie antes se le hubiese ocurrido cogerlo y apuntar hacia el cielo… Pero sin duda el sabio de Pisa fue el primero en documentar sus observaciones de una manera inédita hasta antes.

Sabemos con certeza que Galileo construyó su propio telescopio en 1609 y tan solo un año después, en marzo de 1610, publicaba el fundamental “Sidereus nuncius” (el mensajero sideral) que es considerado el primer tratado científico de la historia basado en observaciones astronómicas reales realizadas con este aparato.

Aquella obra revolucionó su época y hoy en día muchos la consideran como la responsable del nacimiento de la astronomía científica moderna. En el Sidereus nuncius, el astrónomo daba cuenta de una increíble y amplia variedad de descubrimientos entre los que se encontraban nuevas estrellas, unas detalladas cartas de objetos celestes como en la constelación de Orión y por supuesto, el hallazgo de cuatro lunas alrededor de Júpiter que incluso hoy en día se conocen aún como satélites galileanos.

Y por supuesto observó la Luna. Nuestro único satélite, brillando en las limpias noches de aquellos años, no podía ser ignorado por el gran Galileo que utilizó su telescopio para dibujar sus cráteres y sus grandes planicies.

 

El astrónomo realizó cinco dibujos de la Luna y los incluyó en las páginas 8, 9 y 10 de su obra Sidereus nuncius. En 1610 Galileo los entregó al impresor de Venecia, Tommaso Baglioni, quien se encargó de realizar las primeras 550 copias. De aquella primera edición de 550 ejemplares se han conservado 30, llegando hasta nuestros días en buenas condiciones. Sin embargo, la copia original, la que fue dibujada por la propia mano de Galileo y que fue entregada a Baglioni, se había perdido

O al menos eso se pensaba hasta que, en 2007 la Universidad Humboldt en Berlín en colaboración con la Universidad de Padua, salieron a la palestra para presentar públicamente un anuncio histórico: Las acuarelas originales que Galileo dibujó de la Luna habían sido encontradas por un anticuario anónimo de Nueva York que no quiso revelar su nombre pero que, al parecer, las habría encontrado en Argentina unos años antes.

Conocer las aventuras y los viajes que estas fantásticas acuarelas han debido de vivir desde la Venecia del siglo XVII hasta nuestros días se me antoja una tarea de detectives casi imposible, pero al menos hoy podemos disfrutarlas y en este artículo nos han servido para hacer un breve repaso por lo que es historia viva de la Astronomía.

Referencias y más información:

Open Culture “Galileo’s Moon Drawings, the First Realistic Depictions of the Moon in History (1609-1610)” 30 enero 2014

Galileo Project “The moon observations

Fuente: Yahoo! España
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