Hay células tuyas en el cerebro de tu madre

Imagen: Wikimedia Commons
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Estamos tan acostumbrados a pensar en nosotros mismos como entes individuales que el hecho de que existan células de otras personas viviendo dentro de nosotros nos resulta de lo más chocante. Pero se trata de un fenómeno conocido desde hace tiempo en ciencia y bautizado como Microquimerismo, que consiste básicamente en la existencia dentro de nuestro organismo de células de otros individuos con una carga genética diferente.

La primera vez que se documentó este hecho fue al descubrir que en la sangre de las mujeres que acababan de dar a luz había células que contenían el cromosoma 'Y' en su núcleo. Dado que este cromosoma es propio de los varones, parecía obvio que estas células no eran de la propia mujer sino que debían tener otra procedencia. Se descubrió entonces que algunas de las células de los hijos varones pasan a la madre durante la gestación a través de la placenta y que incluso se producen este tipo de intercambios entre hermanos gemelos.

Uno de los descubrimientos más interesantes sobre este fenómeno se ha hecho muy recientemente, cuando un equipo de investigadores analizó los cerebros de decenas de mujeres (en pruebas post-mortem) y encontró que este tipo de células ajenas se instalan y viven durante décadas en el cerebro de la madre. De alguna manera, durante el periodo de gestación, algunas células del hijo pasan a la madre y viceversa a través de la placenta y durante el resto de su vida tu madre lleva células tuyas en su interior, como parte de sí misma.

La idea de que algo tan individual como nuestro cerebro contenga parte de otras personas es emocionante y una vía de investigación muy prometedora. En el caso de los descubridores de estas células, estaban buscando una correlación entre los casos de alzhéimer y la presencia de estas células, y descubrieron que las mujeres que habían desarrollado la enfermedad neurodegenerativa no poseían estas células 'intrusas' en su cerebro. Otros investigadores están buscando la posible relación de estas células con las enfermedades autoinmunes por si tuvieran algún papel en la reacción de nuestras defensas contra un elemento extraño, pero de momento no hay nada concluyente.

Así que ya sabes, la próxima vez que mires a tu madre, recuerda que hay una parte de ti viviendo en su interior.

Referencia: Male microchimerism in the human female brain (PLOS ONE) | Más info

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Historia original: Yahoo España