Grosseteste, el hombre del medievo que presintió el Big Bang

La edad media europea pasa por ser una de las épocas más oscuras en cuanto a avances científicos y tecnológicos producidos por el hombre se refiere. Dominados por una iglesia empeñada en acrecentar un poder basado en el miedo a la condenación eternade las almas, o por señores feudales para los que sus súbditos era una mercancía más con la que negociar, la vida de los hombres en occidente transcurrió durante casi 10 siglos (del V al XV) con muchas más sombras que luces. Pero incluso en el ocaso de la razón que supuso aquella era, algunas mentes prodigiosas trataron de dilucidar el funcionamiento del cosmos. Entre ellos se encontraba un religioso inglés (que llegaría a ser Opispo de Lilcoln) llamado Robert Grosseteste, cuyas innovadoras ideas causan asombro a día de hoy.

Aunque les pueda parecer fantasioso, siete siglos antes de que otro religioso, el belga Lemaître, propusiera la teoría del Big Bang, el polifacético Grosseteste [1175, 1253] que fue filósofo, científico, matemático y teólogo, describió el inicio de los tiempos como "una explosión inicial de una especie de luz primordial llamada lux, que después expandió el universo formando a su paso una enorme esfera que iba haciéndose más y más fina a medida que esta se expandía".

Grosseteste fue de los primeros europeos del norte en leer tanto a Aristóteles como a los estudiosos árabes que comentaron su trabajo. Todo gracias a la encomiable tarea de los traductores de la escuela de Toledo, lugar en el que cristianos y judíos traducían del árabe al latín y al hebreo los textos clásicos perdidos en occidente, pero conservados en oriente por los musulmanes. En efecto, a los árabes debemos la reintroducción del pensamiento clásico europeo que habría de acabar con la oscuridad del medievo y anunciar la llegada del renacimiento.

Robert Grosseteste publicó alrededor de 1225 su trabajo "De Luce" (Sobre la Luz), en el que por primera vez un hombre intenta desarrollar leyes físicas unificadas con las que explicar el origen y formación del universo. Cierto, su teoría geocentrista es básicamente errónea, pero sin duda alguna fue un paso en la dirección correcta.

Grosseteste creía que los átomos eran puntos infinitesimales, de modo que para que la materia ganara el volumen que los sentidos apreciaban, hacía falta algo más: luz. Hemos visto como presintió su propia versión del Big Bang, dibujando el nacimiento del universo a raíz de una explosión de un tipo de luz específico que él llamaba "lux", seguida de la expansión de una esfera posterior. ¡Sin duda un feliz anticipación a la teoría del universo inflaccionista! Pero aún hubo más.

Cuando la materia que formó aquella primera burbuja llegó a su límite de "finura", Grosseteste imaginó que cristalizaría formando una capa "perfeccionada", el límite esférico de su universo. Entonces, otro tipo de luz a la que el llamó "lumen" retrocedería barriendo, comprimiendo y purificando cualquier tipo de materia opaca "imperfecta" creada tras la explosión primordial. Esto creó a su vez la segunda esfera celestial, la de las estrellas fijas, los cinco planetas conocidos, la luna y el sol.

A pesar de sus obvios errores el sabio inglés no se limitó a "imaginar" sin más un universo surgido de un vacío mitológico, sino que se molestó en definir leyes físicas universales. Este último punto fue el que llevó a un equipo multinacional de investigadores, dirigido por el profesor de física Tom McLeish de la Universidad de Durham, a tratar re-expresar las ideas de Grosseteste empleando las matemáticas modernas y las técnicas de computación, con el objetivo de traducir su visión a ecuaciones que luego pudieran ser exploradas.

El resultado final indica que el cosmos de Grosseteste es extremadamente sensible a los cambios en los cuatro parámetros fundamentales de su trabajo: la intensidad de la explosión de lux inicial, el nivel de fortaleza del acoplamiento luz-materia, y tanto la opacidad de la materia imperfecta como la transparencia de la perfecta.

Con una pequeña variación en alguno de estos parámetros, el universo medieval "ordenado" de Grosseteste dejaba de producir esferas, o bien creaba un cosmos "desordenado" compuesto por numerosas esferas. ¿Un multiverso medieval?

Todo lo que el trabajo que el equipo multinacional de estudiosos de Grosseteste fue averiguando durante los seis años que duró el Proyecto Universo Ordenado, acaba de publicarse en la revista Proceedings of the Royal Society.

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Fuente: Yahoo España
Grosseteste, el hombre del medievo que presintió el Big Bang y el Multiverso