Cráneo enterrado en el jardín resuelve un asesinato de 1879

CuandoSir David Attenborough, uno de los científicos y divulgadores más conocido mundialmente, decidió empezar las obras de remodelación del jardín de su casa en el mes de octubre pasado, no sopechaba que sería protagonista directo de la resolución de un crimen cometido 132 años atrás.

Los hechos se produjeron mientras unos obreros que estaban trabajando en la ampliación de la casa que Attenborough posee desde 1952 en Richmond (una zona residencial de Londres). Al excavar terreno, descubrieron atónitos un cráneo dentro de una caja que había sido enterrado muchos años atrás en el jardín.

Los operarios alarmaron rápidamente a las autoridades y estas, tras una elaborada investigación, han conseguido identificar a la propietaria de dicho cráneo y, lo que es más importante: han descubierto todo lo que envolvió a un terrible crimen cometido en 1879, conocido como "el misterio Barnes". Se trata de uno de los sucesos más notorios de finales del siglo XIX, dada la brutalidad que empleó la asesina para acabar con la vida de su víctima y la estrategia para deshacerse del cuerpo.

Un asesinato espeluznante

La víctima, una rica viuda de 55 años llamada Martha Julia Thomas había contratado dos meses antes los servicios de Kate Webster como doncella. La señora Thomas desconocía el turbio pasado que envolvía a su nueva empleada que, con tan solo 30 años de edad, tenía una dilatada carrera delictiva y múltiples antecedentes por robo.

El domingo 2 de marzo de 1879, tras varias discusiones entre ama y doncella, esta fue despedida y decidió acabar con la vida de la que había sido su jefa hasta ese momento. Webster empujó a Martha Julia escaleras abajo, la estranguló y cortó en pedazos el cuerpo con ayuda de un hacha. A su vez, hirvió buena parte de los trozos mutilados para después dárselos de comer a niños hambrientos que deambulaban por las calles de Londres. Otros restos los lanzó al rio Támesis o los escondió en diversos lugares de la ciudad.

Curiosamente, la única parte que no había sido encontrada era la cabeza, situada a escasos metros del lugar donde se cometió el asesinato: el pub "The Hole in the Wall".

El Inspector de Scotland Yard, Harber Barnes se hizo cargo de la investigación, motivo por el que el caso fue conocido como el "misterio Barnes". 132 años después, la casualidad ha llevado a encontrar la única pieza que faltaba en el complicado puzle que conformaba este atroz asesinato y que conmovió a toda una generación de ciudadanos de la Gran Bretaña victoriana.

A través de http://news.yahoo.com/1879-london-murder-mystery-solved-192701803.html.