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¿Es cierto que la comida picante prolonga la vida hasta un 10%? No tan rápido...

Analizamos un reciente estudio científico que afirma que la comida picante alarga la vida

Salsa picante
Salsa picante

Llevamos un par de días inmersos en una interesante polémica a raíz de un artículo científico publicado en la Revista British Medical Journal (BMJ) que ha dado lugar a titulares muy llamativos en numerosos medios de comunicación: La comida picante prolonga la vida.

El pasado martes un equipo de investigadores pertenecientes al Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pekin, en colaboración con diferentes instituciones como el Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, después de realizar un estudio que ha durado siete años, ha llegado a la conclusión de que incluir estos alimentos picantes, al menos una vez a la semana, reduce el riesgo de contraer determinados tipos de cáncer y previene de problemas cardiacos y respiratorios.

En primer lugar tenemos que señalar que esta investigación se basa en un estudio estadístico y aunque la duración de 7 años para realizarlo es un punto a su favor, lo cierto es que no deja de ser una encuesta. Es decir, estos investigadores han preguntado a 500.000 ciudadanos chinos sobre sus hábitos de alimentación, durante los años 2004 a 2013, para posteriormente relacionarlos con su esperanza de vida.

Durante esos años que ha durado el estudio, y de entre ese medio millón de chinos consultados, fallecieron 20.224 de ellos, lo cual llevó a los investigadores a comparar estas muertes con la cantidad de picante que cada uno de ellos consumía.

La investigación condujo a los investigadores a las siguientes cifras: En el sector masculino, aquellos que ingerían alimentos picantes al menos una vez por semana tienen hasta un 10% menos de probabilidad durante el periodo que duró la investigación, mientras que para las mujeres ese porcentaje se eleva algunos puntos más llegando hasta el 20%.

Ni qué decir tiene que un estudio así tiene unas altas probabilidades de incluir diversos sesgos de correlación y habría que poner en cuarentena cualquiera de sus afirmaciones médicas. De hecho, y con los datos en la mano, ningún científico podría afirmar tajantemente que esta correlación estuviese basada en la causalidad e incluso el propio British Medical Journal ha publicado otro artículo científico, el mismo día, para aclarar muchas de las dudas que el estudio había dejado en el aire.

El segundo artículo del BMJ comienza con una frase que debería dejar las cosas claras: “Los beneficios son posibles, pero las evidencias son todavía preliminares”, o lo que es lo mismo: No tenemos pruebas de que la comida picante prolongue la vida. Aunque eso sí, y para los amantes del chili y de la comida mexicana, también hay que decir que tampoco tenemos pruebas de lo contrario…

El componente principal de estos alimentos picantes, como el chile o la pimienta, es la capsaicina, cuyo efecto beneficioso para determinados casos cuenta con el respaldo de numerosos artículos científicos, como por ejemplo éste estudio publicado en PubMed en 2007 en el que se atribuían cualidades anti cancerígenas. Sin embargo no hay que olvidar que su abuso es perjudicial, por lo que la línea que separa los beneficios de los perjuicios es muy delgada y una encuesta no alcanza a determinar todos los detalles relacionados con la correlación observada por los investigadores.

En resumen: Todavía no podemos afirmar que la comida picante prolongue la vida, al menos basándonos en este estudio estadístico. Existe literatura científica que apoya los beneficios de un consumo moderado de capsaicina, lo cual y como señala el BMJ, hace que las conclusiones sean posibles, pero aún no probadas.

Para finalizar me gustaría dejarles una reflexión personal fuera del ámbito científico de este estudio: En los últimos años estamos viviendo a un fenómeno publicitario y social bastante extraño que consiste en atribuir propiedades curativas y revitalizadoras a casi cualquier cosa que consumimos. En televisión, en radio, cuando aparecen productos alimenticios, bebidas y lo que se ha quedado en llamar “alimentos funcionales” los anuncios siempre añaden la coletilla de que “es bueno para el corazón”, “ayuda a fortalecer tus defensas”, “refuerza tu sistema inmunitario”, etc, etc, etc…

Ya nadie anuncia un producto porque está rico, porque tiene buen sabor… ¿todo tiene que tener una cualidad curativa para tu organismo? ¿Ya no compramos alimentos por el simple placer de que están buenos?

No sé si los alimentos picantes prolongan tu vida. Ni lo sé yo, ni lo saben aún los investigadores así que, mientras tanto, si te gusta la comida picante disfruta de ella sin esperar que te cure o te haga llegar a los cien años…

Referencias científicas y más información:

Jun Lv, Lu Qi, et al. Consumption of spicy foods and total and cause specific mortality: population based cohort study | BMJ 2015; 351 doi: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.h3942 (Published 04 August 2015)

Nita G. Forouhi Consumption of hot spicy foods and mortality—is chilli good for your health? | BMJ 2015; 351 doi: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.h4141 (Published 04 August 2015)