“Si tu hijo te llama mala, es que eres muy buena”

La llegada del primer retoño produce tanta felicidad como inquietud: “¿Lo haré bien? ¿Qué tiene que comer? ¿Cómo debo actuar ante determinadas situaciones?” Hoy en día, los padres y madres se preocupan mucho por informarse y algunos acaban adquiriendo conocimientos que podrían convalidarse por asignaturas enteras de nutrición, pediatría o psicología infantil.

Por eso hay que tener mucho cuidado a la hora de intentar venderle algo a una madre, o te puede pasar lo que le ha pasado a Meritene Junior: han lanzado un anuncio intentando apelar a la preocupación de las mujeres por ser buenas madres y les ha salido el tiro por la culata.

La pieza de la discordia es un vídeo en el que se muestra una escena muy popular: un niño sentado a la mesa, ante  un plato de brócoli que detesta, y una madre abnegada a su lado intentando obligarle a comer. El niño, asqueado, acaba diciéndole a su madre que es mala,  muy mala. Y el anuncio te dice: “si alguna vez tu hijo te dice que eres mala, es que estás siendo muy buena”. A continuación, te sugieren que le ayudes a comer dándole un batido de la marca.

Las reacciones han sido inmediatas y muy diferentes a lo que la marca esperaba. En primer lugar, se ha criticado la escena por perpetuar actitudes coercitivas hacia los niños, en lo que mucha gente considera un abuso de poder al obligarlos a comer lo que no les gusta. Además, diversas fuentes oficiales afirman que esa estrategia tiene resultados desastrosos y contraproducentes y que hace que los niños acaben odiando para siempre determinados alimentos.

Por otro lado, el ancestral miedo a que nuestros hijos sufran algún tipo de desnutrición porque no se acaban el plato se ha demostrado totalmente falso. Según los expertos, los niños, como cualquier otro mamífero, tienen una capacidad innata de autorregular su consumo de energía en función de sus necesidades. Afirman que, al obligarlos a comer más de lo que necesitan, se desequilibra esa capacidad de adecuación y se aumenta el riesgo de que acaben padeciendo obesidad.

Pero las críticas van más allá de la presentación del producto y se han cebado también con el propio batido. Se ha dicho que este tipo de suplementos, además de ser innecesarios y muy caros, contienen entre otras cosas cantidades de azúcares muy superiores a las que debería consumir un niño. Vamos, que les han llovido palos por todas partes. ¡Ojito con las madres!

image