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¿Por qué EEUU debe temerle más a la extrema derecha?

El atentado contra un edificio federal en Oklahoma, en 1995, es el más mortífero cometido por la ultraderecha (U.S. Department of Defence)
El atentado contra un edificio federal en Oklahoma, en 1995, es el más mortífero cometido por la ultraderecha (U.S. Department of Defence)

El arribo inminente de miles de refugiados sirios inquieta a muchas personas en Norteamérica. En algunos casos la preocupación oculta la xenofobia, que tratan de disimular los políticos y expresan abiertamente ciudadanos en Estados Unidos y Canadá. El temor es comprensible. Pero la mayor amenaza terrorista no proviene del exterior, sino de los grupos de extrema derecha que multiplican su odio.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 el terrorismo islámico ha cobrado menos vidas estadounidenses que la ultraderecha. Sin embargo, Washington ha dedicado más fondos a combatir el yihadismo que a contrarrestar la expansión de supremacistas blancos, milicias, neonazis… Los medios también prefieren cubrir incidentes protagonizados por musulmanes.

La explosión del odio

Desde 2007 el número de planes terroristas y ataques perpetrados por la extrema derecha estadounidense se ha disparado dramáticamente. Los grupos criminales no solo crecen en el Sur, territorio tradicional de los supremacistas blancos. Según el Southern Poverty Law Center, el estado que alberga más organizaciones de ultraderecha es California: 57. En total ese centro monitorea 784 grupos de odio en Estados Unidos.

La extrema derecha se ha manifestado incluso tras matanzas como las de Charleston (AP Foto/Bruce Smith)
La extrema derecha se ha manifestado incluso tras matanzas como las de Charleston (AP Foto/Bruce Smith)

Esa erupción se aceleró tras la victoria de Barack Obama en las elecciones de 2008. En el texto de bienvenida de Stormfront, reconocido sitio web de la extrema derecha estadounidense, se afirma que las visitas aumentaron en un 600 por ciento tras el triunfo demócrata. “Muchos blancos que nos visitan por primera vez están enojados porque alguien como Obama (un extremista de izquierda con un pasado oscuro y tenebroso que emergió de la nada) haya podido ganar la presidencia”, dice. Ese foro cuenta con 300.000 usuarios registrados, aunque la frecuentación ha disminuido.

La ultraderecha también rechaza otras transformaciones sociales impulsadas por el gobierno demócrata, como la legalización de los matrimonios homosexuales. Otro ejemplo claro es la planificación familiar. Los incendios provocados en clínicas de Planet Parenthood, una organización sin fines de lucro que ofrece servicios de salud reproductiva, se han incrementado en los últimos meses. Como promedio cuatro instituciones que realizan abortos son víctimas de estos ataques incendiarios cada año.

Los grupos racistas se han ensañado con las iglesias negras. Al menos tres de estos templos fueron incendiados por supremacistas blancos en junio pasado. Los incidentes sucedieron al asesinato de nueve personas en la iglesia Emanuel AME, en Charleston, Carolina del Sur, la iglesia negra más antigua en el sur estadounidense.

Víctimas de la extrema derecha

Si bien las estadísticas varían según la fuente, todos los estudios coinciden en un hecho: los ataques terroristas de la ultraderecha han provocado más muertos que el terrorismo islámico en Estados Unidos, después de los atentados del 11 de septiembre.

La extrema derecha estadounidense ha multiplicado sus acciones desde 2007 (Rajah Bose/The New York Times)
La extrema derecha estadounidense ha multiplicado sus acciones desde 2007 (Rajah Bose/The New York Times)

De acuerdo con la fundación New America, desde 2001 han ocurrido 26 ataques terroristas mortales. De ellos, solo siete fueron instigados por el fundamentalismo islámico. Los demás implicaron a militantes de distintos grupos de extrema derecha establecidos en Estados Unidos. Como consecuencia de estos atentados, 48 personas murieron, casi el doble de víctimas del yihadismo en el mismo período.

Por su parte, el Combating Terrorism Center en West Point calcula en 337 el promedio anual de acciones violentas organizadas por individuos o grupos afiliados a asociaciones de extrema derecha, en la década posterior al 11 de septiembre de 2001. Como consecuencia han fallecido 254 personas.

El Southern Poverty Law Center incluye en su lista de ideologías y grupos extremistas a la xenofobia, la homofobia, el rechazo a los musulmanes, los opuestos a cualquier forma de gobierno, el separatismo negro, el antisemitismo, los que niegan el Holocausto, el Ku Klux Klan, los neoconfederados, neonazis, cabezas rapadas, el movimiento de ciudadanos soberanos, los nacionalistas blancos, entre otros.

La proliferación de esas ideas reaccionarias inquieta a las autoridades estadounidenses. Y hay razones para el temor. Porque los miembros de esas bandas terroristas tienen acceso a armas de fuego. Paradójicamente, Washington ha invertido cientos de millones de dólares en impedir otro 11 de septiembre, pero el Congreso ha bloqueado cualquier iniciativa federal para reforzar el control sobre la venta de armas. Mientras esa ceguera persista, los días de luto en Estados Unidos no terminarán.