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¿Por qué Canadá es un buen país para emigrar?

El intenso invierno canadiense asusta a muchos que sueñan con emigrar (AFP/Clement Sabourin)
El intenso invierno canadiense asusta a muchos que sueñan con emigrar (AFP/Clement Sabourin)

Cuando el termómetro baja de menos 30 grados Celsius, la nieve inunda las aceras y el sol se toma unas vacaciones, Canadá no parece un sitio demasiado acogedor. Ese paisaje glacial choca con particular rudeza a quienes nacieron en el cálido Sur. Sin embargo, el país norteamericano seduce a decenas de miles de emigrantes cada año, por razones que trascienden los rigores del clima.

Ese atractivo podría acrecentarse en 2015, cuando el nuevo sistema de selección de candidatos, el llamado "Entrada Exprés" –Express Entry—acelere el proceso de quienes aspiran a obtener la residencia permanente. El gobierno de Ottawa espera revolucionar así el tratamiento de la inmigración, que estará dirigida fundamentalmente a captar los profesionales más aptos para la economía canadiense.

Inmigrantes satisfechos

La vida, sobre todo en los primeros tiempos, dista de ser un camino despejado. El desempleo suele ser mayor entre los recién llegados, a pesar de su experiencia anterior y diplomas, y muchos deben aceptar trabajos de baja calificación para cubrir los gastos iniciales. Ejercer determinadas profesiones –como médicos o ingenieros—requiere exámenes, nuevos estudios y complejos trámites. El costo y la dificultad de estas gestiones dependen de los reglamentos vigentes en cada provincia.

Canadienses e inmigrantes disfrutan, en general, de un elevado bienestar.
Canadienses e inmigrantes disfrutan, en general, de un elevado bienestar.

Sin embargo, la mayoría de los inmigrantes aprecian las ventajas de su nueva realidad. Una investigación publicada en diciembre pasado por Estadísticas Canadá reveló que prácticamente todos los grupos provenientes de la emigración se sienten más satisfechos con su nivel de vida actual que sus compatriotas en el país de origen. Esta diferencia resulta más notable entre quienes abandonaron países con bajos niveles de desarrollo económico y social.

Una conclusión demasiado evidente, pensarán algunos lectores, pues el gobierno canadiense y las provincias seleccionan a los candidatos entre personas con elevada preparación, que rebasan la media de sus coterráneos. No obstante, cuando los profesionales emigrados se comparan con sus similares en las naciones emisoras, las diferencias en la prosperidad persisten.

El sondeo de Estadísticas Canadá también confrontó el bienestar de los inmigrantes con el resto de los canadienses. La agencia federal no encontró contrastes significativos entre ambos grupos poblacionales.

La encuesta incluyó datos de personas llegadas a Canadá en las últimas dos décadas, provenientes de 59 países, entre ellos varios latinoamericanos como El Salvador, Colombia, México y Venezuela.

Una inmigración a la medida

En los últimos ocho años el gobierno conservador del primer ministro Stephen Harper se ha empeñado en reformar el sistema de inmigración de Canadá. Durante años el proceso para obtener la residencia permanente provocó el descontento tanto de los aspirantes como de sus futuros empleadores, por la lentitud de los trámites. En 2012 Ottawa decidió devolver 280.000 solicitudes y 130 millones de dólares para reducir los retrasos acumulados.

Ahora el ministro Chris Alexander asegura que el procesamiento de las demandas tardará alrededor de seis meses, luego de que todos los documentos para la residencia permanente sean recibidos. A ese ritmo a finales de año la cifra de personas admitidas en los diferentes programas de inmigración económica debe de alcanzar entre 172.100 y 186.700, alrededor del 65 por ciento del total de los emigrantes esperados en los próximos doce meses.

La industria energética canadiense atrae a miles de profesionales inmigrantes (AFP/David Boily)
La industria energética canadiense atrae a miles de profesionales inmigrantes (AFP/David Boily)

Cuando el sistema Entrada Exprés funcione a plena capacidad, ofrecerá a los empleadores acceso a un banco de candidaturas de posibles inmigrantes. Este contacto directo con los aspirantes facilitará la inserción de los recién llegados al mercado trabajo. Además, el contar con una oferta de empleo en una empresa canadiense elevará notablemente las probabilidades de ser invitado a presentar una solicitud de residencia permanente.

La prioridad en la selección dependerá de diversos factores: el nivel educacional, la edad, las competencias lingüísticas y la experiencia profesional. Los candidatos que hayan laborado en Canadá tendrán ventajas. Los elegidos directamente por una provincia –según alguno de los programas de nominación provincial—también obtendrán una cantidad importante de puntos.

Inmigración Canadá realizará entre 15 y 25 revisiones anuales de los perfiles considerados elegibles, de manera automatizada, en dependencia de las fluctuaciones del mercado de trabajo en el país. Los seleccionados tendrán hasta 60 días para presentar toda la documentación necesaria, que solo entonces pasará por la mesa de un funcionario para efectuar verificaciones.

La provincia de Quebec, la única francófona de Canadá, no participa en el nuevo sistema. Según un acuerdo firmado en 1991 con el gobierno federal, la antigua colonia francesa maneja su propio programa migratorio. Para 2015 las autoridades quebequenses han fijado un volumen de entre 37.500 y 43.200 inmigrantes en la categoría de trabajadores calificados. Además de la experiencia profesional, para obtener el Certificado de Selección de Quebec es muy importante dominar el francés y tener menos de 35 años.