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Zhanib Khan, la "carcelera erótica" de Inglaterra

Zhanib Khan es una mujer, como poco, menuda. No hay más que mirarle a los pies, que calza con zapatos de la talla 33, para ver que no tiene un físico intimidatorio como para dedicarse a trabajar en una cárcel. Claro que ella, funcionaria de prisiones en la cárcel HMP de Brixton (Inglaterra), no era una trabajadora al uso. Era la carcelera erótica, hija y novia de sendos reos que, por intimar demasiado con varios presos, ha terminado precisamente encerrada.

A sus 27 años, Zhanib había pasado al menos diez horas al teléfono con diversos traficantes de drogas y ladrones en su lugar de trabajo. El motivo de las llamadas era más que amoroso. En una de ellas, por ejemplo, escucha como un reo le dice que no podía olvidar "entrar por esas puertas y ver mi preciosa chica". Otro también recuerda besar "esos hermosos labios" y proclamaba su impaciencia por ver esos pies de la dichosa talla 33 en el aire mientras hacían el amor.

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Esto es solo una muestra de lo que encontró la policía al buscar en el dormitorio de la carcelera erótica en casa de sus padres: cartas de amor sacadas a hurtadillas de su lugar de trabajo y una cinta que contenía varias conversaciones fogosas grabadas de las que se desprende que algún roce entre rejas hubo de haber. Ella ha admitido haber tonteado con cuatro presos, pero los jueces creen que al menos deben haber sido seis.

Pero el número es lo de menos: lo perjudicial del asunto para Zhanib fue que los presos pudieran llamarla, usando un teléfono que, supuestamente, ella había suministrado. Se encontró en octubre de 2011 en la celda de un tal Jason Graham en la prisión de Ford, y se estima que lo sacó de Brixton, donde otros tres presos habían estado usándolo para el mismo fin. Hacer llamadas desde la cárcel no es ilegal, pero solo a unos números restringidos y aprobados por las autoridades previamente. Estos presos tenían a Zhanib guardada como su madre en la lista de contactos.

Ese es un agravante más en un caso que había empezado con su detención en enero de 2011 (ha estado en libertad condicional desde entonces) y al que se suman otros como que nunca reveló a sus superiores que su padre hubiera sido encarcelado apenas 12 días antes de que ella empezara a trabajar en Brixton. O como que nunca avisó de que su novio, Wahid Khalique, estaba en otra prisión por robo. O, claro, lo de las cartas. Todo esto junto es lo que le ha conseguido una condena de 12 meses por "grave incumplimiento" de su deber como funcionaria. A la chica fascinada por el mundo carcelario le tocará vivir ese morbo desde el otro lado de las rejas.



Fuente: Yahoo! España
Zhanib Khan, la 'carcelera erótica' de Inglaterra