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Wikipedia ¿un manantial de errores o una fuente confiable?

Cierto revuelo ha causado en la prensa anglófona un estudio según el cual Wikipedia no constituye una fuente confiable en temas médicos. Aunque a muchos confiados pacientes sorprenda la noticia, al menos en Estados Unidos más de la mitad de los estudiantes de medicina y de los profesionales de la salud usan la famosa enciclopedia en línea como referencia.

¿Una buena dosis de información?

Según la investigación del Journal of the American Osteopathic Association, nueve de cada 10 artículos de Wikipedia dedicados a los 10 padecimientos más costosos en Estados Unidos contienen errores. El equipo de la revista especializada comparó los textos en inglés de la enciclopedia virtual con publicaciones revisadas por expertos en cada tema.

El análisis incluyó una selección de páginas sobre las enfermedades de las arterias coronarias, cáncer de pulmón, trastornos depresivos severos, osteoartritis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hipertensión, diabetes mellitus, dolor de espalda, hiperlipidemia y conmociones cerebrales. Solo esta última lesión salió airosa del escrutinio.

Si se siente enfermo, consulte a su médico de familia antes de acudir a la Wikipedia.
Si se siente enfermo, consulte a su médico de familia antes de acudir a la Wikipedia.

Los autores del estudio atribuyen las faltas de Wikipedia al hecho de que sus artículos sean elaborados por diferentes editores. El grado de fiabilidad dependerá entonces de la experticia de quienes colaboren sobre el tema en cuestión.

Por otra parte, el Journal estadounidense recuerda que Wikipedia nunca ha sido empleada como fuente principal en investigaciones científicas, salvo en el caso de la psiquiatría. La enciclopedia colaborativa no tiene demasiados defensores en la comunidad académica. En muchos colegios y universidades se prohíbe su utilización como parte de la bibliografía de ensayos y otros trabajos escolares. La Universidad de Harvard, por ejemplo, recomienda extrema cautela cuando se acude a ella, porque la información puede “ser obsoleta, haber sido publicada por alguien que no es experto en el tema o desea desinformar”.

La propia enciclopedia en Internet reconoce, en el artículo “Reliability of Wikipedia”, críticas fuertes como las de Michael Gorman, antiguo presidente de la American Library Association, que en 2007 afirmó: “Un profesor que promueve el uso de Wikipedia es el equivalente intelectual a un nutricionista que recomienda una dieta constante de Big Macs con todo.”

La francesa Segolène Royal sufrió las consecuencias del exceso de confianza en Wikipedia (AFP/Archivos | Patrick Kovarik)
La francesa Segolène Royal sufrió las consecuencias del exceso de confianza en Wikipedia (AFP/Archivos | Patrick Kovarik)

Accidentes y triunfos de una obra colectiva

Sin embargo, los amantes de Wikipedia no deberían avergonzarse.

En 2005 la prestigiosa revista Nature dio a conocer un análisis comparativo entre la Enciclopedia Británica y su colega virtual. Expertos en diversos campos examinaron textos de ambas en busca de errores pequeños y garrafales. De los últimos solo encontraron ocho, cuatro en cada una y de los primeros más de 100, con una ligera ventaja para la antigua obra inglesa, cuya primera edición data de 1768.

En resumen, los especialistas descubrieron como promedio 2,92 errores por artículo en la Británica y 3,86 en Wikipedia. Las reacciones a este veredicto fueron muy diferentes. Mientras la vieja Encyclopædia desestimó los resultados y obligó a Nature a explicar en detalle el estudio, los creadores de Wikipedia acogieron la noticia como una validación de sus esfuerzos.

La Fundación Wikimedia anunció en 2012 que otro escrutinio realizado por la consultora sobre aprendizaje electrónico, Epic, y la Universidad de Oxford, había mostrado su calidad como fuente de referencia. La investigación comparó 22 artículos en español, inglés y árabe con sus equivalentes en la enciclopedia en español Enciclonet, la Mawsoah y la Enciclopedia Árabe, y nuevamente la Enciclopedia Británica.

A pesar de la magnitud de la Wikipedia –más de 31 millones de artículos en 285 idiomas—su equipo de colaboradores ha logrado mantener una calidad notable. Si bien cualquier persona puede modificar las entradas, un grupo de entusiastas editores vigila que no se publiquen informaciones erróneas o tendenciosas. Una tarea difícil, sobre todo en diferendos políticos que transforman a la enciclopedia en otro campo de batalla.

Los deslices no siempre son tan graciosos como lo ocurrido a la excandidata a la presidencia de Francia, Segolène Royal, cuyo elogio a un tal Léon-Robert de l’Astran, supuesto naturalista y humanista del siglo XVIII, terminó en burla cuando se descubrió el carácter ficticio del personaje “histórico”. El mejor consejo para los estudiantes, investigadores y profesionales en general: verificar siempre en otros sitios y no considerar a Wikipedia como la fuente última de la verdad.