USB Killer, el USB que puede detruir un ordenador en dos segundos

Si trabajaras para los servicios secretos de tu país, y te encargaran una misión en la que tuvieras que destruir un ordenador en tan solo dos segundos… ¿Qué harías? Los más bestias dirán que con un efectivo ladrillazo en la CPU sobraría. Los más habilidosos instalarían un virus que inutilizaría cualquier software. Las dos opciones ganarían, pero ninguna sería tan elegante como la que ha creado un hacker ruso apodado Dark Purple.

La persona que se esconde bajo ese apodo ha diseñado una llave USB capaz de freír -literalmente- un ordenador en tan solo dos segundos. El incauto que conecte a uno de sus puertos el invento, verá como su PC se recalienta hasta morir en menos de lo que canta un gallo, sin que haga falta clicar sobre ningún botón o instalar nada.



Según explica Dark Purple en este artículo, el sistema funcionaría gracias a la creación de un loop malicioso entre los capacitadores y los transistores del USB y del puerto del ordenador que favorecería un aumento de voltaje y de temperatura que como poco quemaría tanto la llave como el puerto, y que en teoría haría que la CPU se sobrecalentara produciendo un cortocircuito o directamente, un incendio.

Una leyenda urbana
La creación de herramienta tan constructiva no obedece a un afán pirómano, sino a un reto que tiene su origen en una leyenda urbana. Todo comenzó  cuando a Dark Purple le contaron en un chat de Skype la historia de un chico que robó de la mochila abierta de un pasajero del metro una memoria USB en la que se podía leer el número 128. Cuando el ladrón llegó a su casa y la instaló en su ordenador, comprobó con espanto que su máquina se sobrecalentaba en segundos y quedaba inutilizada. Lo único que pudo hacer fue sacar el dañino gadget, borrar el 128, escribir encima 129 y pasearse por su ciudad con la mochila abierta con él invento bien a la vista.

"Como una bomba nuclear"
Tan increíble relato llevó a este hacker a devanarse los sesos para saber si esto podría ser posible. Como explica en el citado texto, la fabricación del USB le llevó apenas unos días. Tan solo tuvo que encargar unas piezas a China y Canadá y las ensambló en casa utilizando herramientas no muy sofisticadas. Eso sí, sobre la programación del cacharro no suelta prenda, no sea que alguien se dedique a fabricarlas en masa y consiga con ellas un gran daño. “Como dice un colega, es como tener una bomba atómica: mola tenerla, pero no usarla”, sentencia Dark Purple. Ahí queda eso.

También te puede interesar: