Un robot con una insólita misión

Los robots han obsesionado la mente humana desde hace siglos. No fueron los japoneses quienes inventaron a estos seres mecánicos, aunque sus famosas series de dibujos animados manga y películas han desbordado las pantallas y la imaginación de los niños en Occidente. Casi siempre relacionados con la guerra en la ficción, los robots en la vida real desempeñan tareas más útiles y a veces insólitas.

Un ejército de robots ha comenzado a invadir los restaurantes en China. A pesar de su apariencia iracunda, cumplen una función más bien pacífica e indispensable para la gastronomía del país asiático: cortan fideos.

El "Chef Cui", nombre que corresponde al de su creador Cui Runguan, sostiene la masa en su brazo derecho mientras con la mano derecha rebana rítmicamente los fideos que caen en la cazuela hirviente. Mientras, sus ojos destellan bajo un extático ceño fruncido, como si su monótona tarea lo enfureciera.

"Con el incremento de las oportunidades de empleo, los jóvenes ya no quieren trabajar como cortadores de fideos porque es una labor agotadora", afirma Runguan. Sus robots, al contrario de lo que ocurren en algunas industrias, no ocuparán entonces el lugar de personas enviadas al paro, sino ocuparán plazas vacantes y ahorrarán gastos a los dueños de los restaurantes.

Un "Chef Cui" cuesta alrededor de 2.000 dólares, mientras la contratación de un cortador de fideos humano representa unos 4.700 dólares al año. "Estos robots elaboran los fideos mejor que los humanos", sostiene Liu Maohu, dueño de un restaurante. Los clientes tampoco parecen notar diferencia alguna en la calidad de la sopa y demás platos elaborados a base de este alimento.

Los chinos se consideran los creadores de los fideos, cuyas huellas más antiguas datan de hace 4.000 años. Aunque en aquella distante época se elaboraban a partir de mijo, su popularidad sobrevino durante la dinastía Han (entre el 25 A.C. y el 225 D.C.), cuando el trigo se transformó en el principal ingrediente de la masa. China acapara más de la mitad de la producción de fideos en el mundo y sus habitantes consumen diariamente unos 100 millones de paquetes.

Runguan ha vendido desde marzo pasado unas 3.000 unidades de su ingenio y aspira a extenderlos por todo el Gigante Asiático. Para el diseño se inspiró en Ultraman, personaje de una serie de televisión japonesa de los años 60, que se enfrentaba a extraterrestres y monstruos cuando amenazaban a la Tierra. Su robot tendrá presumiblemente una existencia apacible y aburrida. Sus únicos enemigos serán, en el peor de los casos, las alimañas que merodeen en la noche la cocina de algún lóbrego restaurantillo chino.