¿Un futuro de buenas noticias para la humanidad?

Cuando intentamos adivinar el futuro de la humanidad, abundan las predicciones pesimistas. El clima, las guerras incesantes, epidemias relacionadas con ciertos modos de vida… hay no pocas razones para vislumbrar un porvenir sombrío. Pero en el lenguaje discreto de la ciencia, algunos avances se forjan para despejar esos nubarrones.

Reuters ha publicado un informe con 10 predicciones sobre cómo será nuestro planeta en la próxima década. “El mundo en 2025” explora una decena de campos de la ciencia: medicina clínica, química, física, ingeniería, ciencias sociales, biología y bioquímica, ciencias de los materiales, ciencias naturales, biología molecular y genética, ecología y ambiente. Sin pretender desechar los pronósticos de la agencia británica, añadimos algunos datos actuales e informaciones de contexto que ayudarán a comprender por qué el futuro cercano podría ser más o menos luminoso.

La demencia, esa compañera indeseada

En el 2025 la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial alcanzará el crepúsculo de sus vidas. Los octogenarios “baby boomers” habrán sobrevivido a enfermedades, accidentes y conflictos allende los mares, pero aún los acecharán padecimientos frecuentes en la vejez.

Según el informe de Reuters, el incremento de los fondos dedicados a investigaciones científicas sobre las mutaciones genéticas que causan la demencia, además de mejores métodos de detección, reducirán el número de personas afectadas por esta enfermedad.

Sin embargo, la Asociación de Alzheimer de Estados Unidos calcula que para 2050 la población aquejada por ese mal se triplicará entre los mayores de 65 años. Para mediados de este siglo 16 millones de estadounidenses podrían sufrir esa degeneración del sistema nervioso. El Alzheimer es la séptima causa de muerte en el país norteamericano.

Brilla el sol

La revolución solar no nos tomará por sorpresa en 2025. La tecnología fotovoltaica ha avanzado aceleradamente en los últimos años, al punto de transformar la energía solar en un temido competidor para las compañías que producen electricidad a partir de combustibles fósiles.

En Estados Unidos la capacidad de las instalaciones solares ronda los 15 gigavatios, una potencia suficiente como para alumbrar tres millones de hogares. Más que una moda, los sistemas de calefacción, calentamiento de agua y suministro eléctrico general, alimentados por las radiaciones del astro rey, han demostrado su viabilidad económica. La reducción en las emisiones de dióxido de carbono, gracias al uso de esta fuente limpia, equivale a más de 3,5 millones de automóviles.

Otra buena noticia en el tema ambiental será el fin de la utilización de plástico elaborado a partir de combustibles fósiles. En su lugar aparecerán materiales biodegradables, derivados de fuentes vegetales.

Diabetes, una epidemia americana

Una mejor comprensión del funcionamiento de las proteínas, el ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (ácido ribonucleico) permitirá desarrollar las capacidades de la ingeniería genética. Para 2025 la comunidad científica realizará modificaciones en el genoma humano para prevenir enfermedades como la diabetes tipo 1, afirma el reporte de Reuters.

Esa enfermedad autoinmune, diagnosticada en general durante la niñez o la juventud, afecta apenas al cinco por ciento de los diabéticos. El páncreas de los pacientes deja de producir insulina, pues el sistema inmunológico destruye las células encargadas de esa tarea. Alrededor de tres millones de estadounidenses padecen la diabetes tipo 1. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que para el 2050 un tercio de la población norteamericana será diabética.

Reuters también vaticina avances en el tratamiento del cáncer –la segunda causa de muerte en Estados Unidos—y otras enfermedades autoinmunes, en ambos casos como resultado de descubrimientos en el campo de la ingeniería genética.

¿El fin de las hambrunas?

Una revolución tecnológica en la agricultura ahuyentará el fantasma de las hambrunas en el planeta, cuando la cantidad de habitantes alcance los 8.000 millones. Reuters destaca las cosechas genéticamente modificadas, la iluminación permanente a partir de sistemas LED de bajo consumo energético y la mayor resistencia a plagas, como los avances fundamentales para alimentar a todos los terrícolas.

Mas no todos comparten el optimismo. El asesor de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Fred Davies, ha pronosticado que a mediados de este siglo la humanidad sufrirá una escasez de alimentos por la falta de tierras, agua y energía suficientes. El experto cree que el acceso a la comida se convertirá en una fuente de conflictos como hoy ocurre con los combustibles. Para evitar esa crisis, los países deberán invertir más en investigaciones y garantizar que la novedades tecnológicas lleguen a los pequeños agricultores.

La electricidad mueve al mundo

Las baterías de iones de litio, el uso de nanomateriales en las pilas de combustibles y la ligereza de las nuevas fuentes de energía eléctrica impulsarán los aviones y automóviles eléctricos que nos transportarán en 2025.

Un avance de ese futuro cruzó los cielos en junio pasado, cuando el E-Fan, una aeronave de motor híbrido diseñada por el Grupo Airbus, realizó su primer vuelo público. La compañía europea planea destinar varios artefactos de este tipo a misiones de entrenamientos de piloto para 2017. Los primeros vuelos comerciales llegarían a finales de la próxima década, con aviones capaces de transportar hasta 90 personas en trayectos regionales.

África online

En 2025 África será un continente totalmente conectado a las redes digitales. Ese salto tecnológico ocurrirá gracias a la mejora de los semiconductores, capacitores, la ampliación de los servicios celulares y la tecnología 5G.

A pesar del despegue extraordinario de la conectividad en África, particularmente mediante teléfonos móviles, la penetración actual de Internet no llega al 20 por ciento. Para el 2025, según estudios de la compañía consultora McKinsey, esa proporción superará el 50 por ciento, aún lejos de los cálculos de Reuters. No obstante, la región vive una oleada digital que protagonizan generaciones de jóvenes residentes en ciudades, con mejor educación e ingresos superiores a sus padres y abuelos.