¿Qué fue del hombre con el mejor trabajo del mundo?

Ben Southall, a su llegada a Australia en 2009 (Eddie Safarik / Tourism England vía Getty Images)
Ben Southall, a su llegada a Australia en 2009 (Eddie Safarik / Tourism England vía Getty Images)

Hace tres años que Ben Southall se convirtió en uno de los hombres más envidiados del planeta Tierra. Este británico, entonces de 34 años, había pasado todas las pruebas, y vencido a casi 35.000 candidatos, para tener el mejor trabajo del mundo: durante seis meses tenía que probar todos los lujos de un resort ubicado en una isla tropical australiana.

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Su trabajo era cuidar la isla y narrar sus experiencias paseando en canoa y moto acuática, haciendo surf y buceo, explorando el enclave desierto y básicamente, vivir en un eterno estado de vacaciones. A cambio, recibiría 111.000 dólares (83.300 euros de entonces) por seis meses (13.800 euros al mes) y una casa en la playa con tres dormitorios y piscina. El Departamento de Turismo de Queensland (Australia) quería así atraer a los visitantes a su gran barrera de coral. Con esas condiciones resultaba difícil discutir que era, efectivamente, el mejor trabajo del mundo.

Pero ahora, tres años después, Southall discrepa. En una entrevista concedida recientemente para la BBC, este hombre, que antes trabajaba para una ONG, ha matizado que en realidad fue el trabajo más laborioso del mundo. Antes de partir para la isla, apareció en el programa de Oprah Winfrey, que se emitió en 140 países.

Luego, una vez allí, tuvo que hacer hueco para un especial de seis capítulos del National Geographic donde recreó la ruta que el explorador James Cook había recorrido hacías más de 240 años. Fueron otros cuatro meses de rodaje a bordo de una moto acuática y de un barco hasta completar más de 2.000 kilómetros.

Ben Southall y su anterior novia, Breanna Watkins (Eddie Safarik / Tourism Queenland)
Ben Southall y su anterior novia, Breanna Watkins (Eddie Safarik / Tourism Queenland)

Eso, sumado a su naturaleza trabajadora que le hizo recorrer cuanto más posible de la isla y luego dedicar sus ratos libres a contarlo en el blog que tenía que llevar por contrato, le llevó a dedicar el día entero a trabajar. El mejor empleo del mundo se convirtió en las vacaciones más largas y agotadoras que te puedas imaginar.

También está aquella vez en la que estuvo a punto de morir. Poco después de llegar a Australia, se juntó con unos amigos para dar unas vueltas en una moto acuática cuando sintió a una abeja picándole en el codo. No se dio cuenta de que le había picado una medusa irukandji, uno de los muchos peligros de las aguas australianas.

Esta medusa tiene el tamaño de una uña, pero su veneno es letal de necesidad. "Me sentía muy acalorado y sudoroso", narró en su blog, "notaba cómo me apretaba el pecho, me dolía la cabeza, tenía arcadas y mi presión sanguínea se empezó a disparar...".

Ben Southall con su novia actual, Sophee McPhee (Simon J. Baker / Getty Images)
Ben Southall con su novia actual, Sophee McPhee (Simon J. Baker / Getty Images)

Al final, de tanto trabajar, Southall ha sido nombrado embajador turístico: ahora se encarga de promocionar Queensland, que comprende los parajes más icónicos de Australia. Pero tendrá que hacerlo solo. Su novia de toda la vida, Breanna Watkins, aceptó acompañarle en su aventura por la isla australiana, pero no aguantó las horas de ocio obligado y le dejó. Ahora tiene una nueva novia, Sophee McPhee, con la que piensa casarse en noviembre.

Es un paso a la estabilidad que irónicamente ha provocado lo que prometía ser la mayor aventura de su vida. "Si pienso en los últimos tres años, no esperaba durar en Australia. Siempre he viajado por todo el mundo y he sido muy inquieto", recuerda. "Nunca había estado tanto tiempo en el mismo sitio. Hace cuatro años, estaba dando vueltas por África en un Land Rover. Ahora vivo en Brisbane, que es una ciudad. No es muy grande, pero es una ciudad".

Fuente: Daily Mail