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Peter Fechter, el joven que soñaba con ser libre

Tenía casi veinte años (en realidad dieciocho cumplidos en enero de aquel mismo año), y con esa corta edad ya estaba cansado de soñar; soñar con la libertad que se encontraba al otro lado de un muro que lo separaba de su gente, amigos, familia y que partía en dos la ciudad en la que se crió.

Quizás estas primeras líneas de este post os suenen a canción melódica de principios de los años 70, y es que así es. La historia de hoy se refiere a Peter Fechter, un joven alemán al que le tocó vivir en el Berlín Oriental tras la partición que se realizó al finalizar la Segunda Guerra Mundial y que, por culpa del levantamiento en 1961 del muro que dividía la ciudad en dos, se convirtió en un símbolo para todo aquel que quería vivir en una Alemania libre, democrática y sin fronteras.

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Numerosas fuentes apuntan que una de las canciones más populares que se han escrito e interpretado en España está basada en los hechos acontecidos el 17 de agosto de 1962. La historia que hizo popular al joven ocurrió del siguiente modo…

Tras varios meses planeando la fuga, dos jóvenes albañiles llamados Peter Fechter y  Helmut Kulbeik intentaron cruzar hacia el otro lado del muro; su objetivo era llegar a Berlín Occidental y así poder sentirse libres.

Helmut consiguió su propósito, pero su compañero Peter no tuvo la misma suerte al ser abatido por los disparos de tres guardias que se encontraban en ese momento vigilando y que se percataron del intento de huida de los dos jóvenes.

Peter Fechter permaneció tumbado y herido de muerte junto al muro de la vergüenza (como también se conocía), un lugar que aunque pertenecía al lado oriental se le llamaba 'tierra de nadie'. Y es que nadie quiso acercarse a socorrerlo, mientras veían cómo se desangraba por culpa de la herida de bala que le había dado de lleno en la pelvis.

Mientras los soldados de ambos lados del muro observaban y escuchaban gritar a Peter solicitando ayuda, los militares norteamericanos recibían órdenes de sus superiores para no intervenir ni dar auxilio al muchacho.

De no haber hecho caso, los soldados bajo orden soviética tenían instrucciones para disparar contra todo aquel que cruzase la línea, hecho que hubiese sido un grave detonante en uno de los momentos de mayor tensión en la Guerra Fría que enfrentaba a ambos bloques.

Transcurridos cincuenta minutos, un soldado del lado oriental se acercó, cogió a Peter en brazos y lo llevó hasta un lugar donde pudiesen atenderlo. Pero ya era demasiado tarde: el joven murió desangrado, y a pesar  de  que una posterior investigación forense determinó que nada se hubiera podido hacer para salvar la vida de Peter Fechter, aunque se le hubiese atendido al momento (debido a la importancia de la herida), este acto criminal desencadenó multitud de protestas en ambos lados del muro, escuchándose al unísono la palabra "asesinos" gritada por centenares de personas.

El asesinato del joven Peter Fechter conmocionó al mundo entero y su nombre dio la vuelta al mundo como víctima de la intolerancia, haciéndole multitud de homenajes y con el tiempo erigiéndose un monumento en el mismo lugar en el que fue abatido en el momento de su fuga.

Por el contrario, poco se sabe de la posterior vida de Helmut Kulbeik, su compañero de aventura, una vez traspasado el muro y en la Alemania Occidental.

Erróneamente,  múltiples son las fuentes en las que se indica que Peter Fechter fue la primera víctima mortal del muro de Berlín, ya que un año antes, Ida Siekmann, de 58 años, el 22 de agosto de 1961 (9 días después de levantarse el muro) intentó escapar hacia el lado occidental saltando desde la ventana de su casa, situada en un tercer piso y desde donde se podía acceder fácilmente hacia el Berlín Oeste. Pero una fatal caída contra el asfalto le provocó múltiples heridas, falleciendo en una ambulancia que la trasladaba al hospital.

Cabe destacar que el 19 de agosto de ese mismo año, Rudolf Urban, de 47 años, también había intentado escapar hacia el otro lado saltando desde una ventana, cayendo en el lado oriental y falleciendo en el hospital el 17 de septiembre.

A pesar de estas otras víctimas mortales anteriores, la figura de Peter Fechter se convirtió en un icono mundial, dedicándole documentales, libros, largometrajes e incluso alguna que otra canción.

Todo esto ha llevado a pensar que los compositores José Luis Armenteros y Pablo Herrero escribieron, una década después de aquel suceso, la canción "Libre" popularizada por  el cantante Nino Bravo, y que estaba dedicada a la historia vivida por Peter Fechter ese fatídico 17 de agosto de 1962. Algo que no ha sido admitido ni desmentido por ninguno de los autores.

Fuentes de consulta: bz-berlin / spiegel / berlin / worldrec