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Muerte y misterio en la Escalera de Selarón

Tras 23 años de continuos trabajos, la escalera se había convertido en la obra de su vida. Auténtico icono de Río de Janeiro y visita obligada para los numerosos turistas que acuden hasta Lapa –el barrio bohemio de la ciudad carioca–, la ‘Escalera de Selarón’ no solo lleva su nombre, sino que también suponía su principal fuente de ingresos.

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Allí, el artista chileno Jorge Selarón vendía a los turistas sus pinturas y dibujos, y también allí tenía su modesta vivienda, decorada con tonos pastel. Por desgracia, fue también en ese mismo lugar, en las coloridas escalinatas de cerámica que dan forma a su obra maestra, donde el pasado 10 de enero apareció su cadáver cubierto de graves quemaduras.

Selarón había comenzado a trabajar en la escalera –también conocida como ‘Escadaria de Santa Tereza’– poco después de llegar a la ciudad, en 1990. Desde entonces y hasta su trágica muerte, el artista chileno había dedicado sus esfuerzos a decorar con cerámicas de todos los colores y procedencias –aseguraba que había piezas de sesenta países del mundo–, los 125 metros de longitud de las singulares escalinatas.

A Selarón le gustaba calificar a su obra de “viva y mutante”, pues constantemente realizaba cambios en ella, sustituyendo unas piezas de cerámica por otras nuevas, de forma que la escalera iba cambiando de aspecto con el paso del tiempo.

Una notable y llamativa creación que atrajo la atención de las autoridades locales –en 2005 la declararon ‘Patrimonio de la ciudad’– y de los medios de comunicación de todo el mundo.

Ahora la policía se afana en determinar las causas exactas de la muerte del artista ya que, aunque las evidencias parecen apuntar hacia un suicidio, los investigadores no descartan la posibilidad de un asesinato.

Según los testimonios de algunos de los allegados de Selarón, el chileno llevaba un par de meses bastante deprimido a raíz de una fuerte discusión con Paulo Sergio Rabelo, un colaborador y amigo desde hacía muchos años.

Al parecer, Rabelo –que trabajaba en el estudio del artista y aparecía como beneficiario en el testamento de éste– discutió con Selarón debido a unas diferencias sobre el registro legal de las obras del chileno, y más tarde llegó incluso a agredir a otro de los amigos del artista.

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Tras aquellos hechos Selarón interpuso una demanda contra Rabelo por amenazas de muerte, y desde entonces sus allegados comprobaron que su estado de ánimo se iba deteriorando día a día, hasta el punto de comentar varias veces que quería quitarse la vida.

Cuando el 10 de enero la policía encontró su cuerpo quemado, junto al cadáver había una lata de disolvente –cuya tapa apareció en la casa del artista– y un mechero. Este hecho, junto con los resultados de la autopsia, que indican que el líquido se derramó primero sobre la cabeza del fallecido (lo más lógico en caso de que lo hiciera el propio Selarón), parecen apuntar a la hipótesis del suicidio.

Sin embargo, y puesto que existe una denuncia por amenazas de muerte interpuesta por el fallecido, hasta la fecha la policía no descartado la posibilidad de un asesinato, de modo que continúa investigando la posible implicación de Rabelo en el trágico final del popular artista chileno.

Fuente: Yahoo! España
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