Muere una mujer que desafiaba la prohibición de conducir en Arabia Saudí

La cara de Manal al-Sharif es el icono de la revolución de las mujeres conductoras
La cara de Manal al-Sharif es el icono de la revolución de las mujeres conductoras

De primeras parece un accidente de coche más. Dos mujeres van en un coche y colisionan. La acompañante muere en al acto. La conductora sobrevive con varias heridas y es trasladada al hospital. Pero no es un accidente de coche más. Es una declaración de intenciones políticas. Porque el lugar donde tuvieron lugar los hechos el sábado es Hael, una provincia al norte de Arabia Saudí, el único país del mundo donde las mujeres tienen prohibido ponerse al volante.

La tragedia, así, es doble. Por un lado, está la muerte de la mujer que desafiaba la prohibición al viajar sola en su coche con su compañera. Pero por otro está el uso que se le dará a este accidente para mermar la lucha de las mujeres para conducir libremente en su país. Es una causa frágil. La inició una mujer llamada Manal al-Sherif, cuando subió un vídeo a YouTube en el que se le veía conduciendo sin mayor complicación por las calles de Khobar.

Fue diligentemente detenida y encarcelada durante 10 días en mayo. Otras mujeres han tomado otra ruta, pero siempre por la vía de las redes sociales: hay un grupo en Facebook creado por ciudadanas saudís llamado "Enséñame a conducir para que pueda protegerme". También hubo casos de manifestaciones tras la detención de Al-Sherif en los que varias mujeres se hicieron al volante y, en contra de los pronósticos del clérigo saudí, ni subió la prostitución ni las vírgenes dejaron de serlo automáticamente.

Pero la lucha sigue ahí. Hay pocos taxis que paren ante una mujer que no vaya acompañada de un varón, siempre y cuando sea su marido o, en todo caso, un familiar cercano. El régimen saudí se centra en que no es ilegal que las mujeres conduzcan: es ilegal que tengan carné de conducir.

Este absurdo sólo ha motivado a más mujeres a desafiar a la convención y hacerse a las calles con un coche. En septiembre, una mujer llamada Sayma Jastaniah fue detenida en Jeddah por conducir. Su sentencia fue 10 latigazos, aunque ella sí tenía un carné de conducir internacional.

Por eso, la historia de las dos mujeres accidentadas en Hael es tan importante. No es un accidente más. Es algo que puede usar el régimen saudí para asentarse más en su postura. Es un arma contra estos meses de lucha.

Fuente: Daily Telegraph