Misteriosa aparición tras el impacto de un rayo

A la luz de un relámpago, o más correctamente tras su azote, se presentó un misterio que tiene, según la apreciación de cada uno, algo de tétrico y otro tanto de chistoso.

Un rayo golpeó con fuerza un árbol en la casa de JoAnn Díaz, en Jackson, New Jersey, y de un modo que resulta enigmático ese impacto provocó que de la tierra brotaran cabezas de muñecas que habían estado previamente enterradas en el jardín de esa vivienda.

Según el relato de la televisora local WABC, Díaz estaba en su auto a la entrada de su casa cuando escuchó ruidos como de que algo crujía y de repente un rayo golpeó el árbol de su casa. La electricidad bajó por el tronco del árbol y parte de él estalló a consecuencia del intenso impacto, contó Díaz.

Entonces, como en una película de zombies aunque desde luego sin su peculiar estridencia, una cabeza de barro brotó de la tierra en el área debajo del árbol fulminado. Un pedazo de cuerpo también apareció ante la mirada de Díaz. Se trataba de pedazos de una muñeca. Luego otra cabeza similar fue encontrada. También había sido arrojada a la superficie por el impacto eléctrico.

¿Quién y cuándo enterró allí esas cabezas y con qué propósito? ¿Se trata de un inquietante y antiguo ritual o simplemente del trofeo de algún perro que gustaba de enterrar cosas? ¿Son sólo juguetes desechados sin más por algún niño descuidado o tienen algún mensaje o significado aún no comprendido?

Sea como sea a Díaz todo le pareció tétrico, aunque las cabezas y otros fragmentos de muñeca han resultado inofensivos. Para decepción de los amantes del cine de horror, ninguna ha presentado ojos parpadeantes, ni ha tratado de hablar en lenguas o de arrastrarse con sed de sangre o de cerebros.

Pero esas cabezas no dejan de ser misteriosas.

Díaz contó a la WABC que la casa ha sido propiedad de su familia por más de 70 años, y ha pasado de sus abuelos a sus padres y luego a ella. Pero no recuerda haber visto nunca muñecas, o trozos de ellas, como las que afloraron al golpe de un rayo en su jardín.

Y aunque algunos lo puedan juzgar infantil, Díaz dijo que sí ha tenido miedo y, entre risas un tanto de broma y otro de nervios, contó que no pudo dormir la noche posterior al extraño hallazgo.

Nada de sobrenatural han presentado esas cabezas y Díaz, según la WABC, buscará en viejas fotos familiares para ver si puede dilucidar cómo, cuándo o por quién fueron enterradas en su patio.

-Jesús Del Toro es director del periódico RUMBO de Houston. @JesusDelToro