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Las nubes venenosas que alimentan a los mineros de Indonesia

Para los turistas que visitan Indonesia es un espectáculo caminar por los riscos del volcán Ijen, al sudeste de la ciudad de Bondowoso. Sin embargo, ese mismo camino lo recorre diariamente otro centenar de hombres con las manos y hombros llenos de cicatrices, pulmones envenenados y quemaduras en la piel. Son los mineros que trabajan en el corazón del volcán Ijen en la provincia oriental de Java.

Su jornada consiste en llenar cestas de mimbre con trozos amarillos de azufre que se solidifican junto al lago del cráter Kawah Ijen —uno de los más ácidos del mundo— y cuando han recogido casi 90 Kg (hasta dos veces su propio peso corporal) comienzan a escalar unos 200 metros de distancia desde el cráter hasta una estación de pasaje en una de las laderas del volcán. Este viaje lo hacen más de una vez al día y para protegerse no usan ningún equipo especial, apenas un pañuelo húmedo para cubrirse la nariz y la boca, porque los guantes y máscaras antigás son un lujo inalcanzable para estos mineros que ganan entre $10 y $15 al día, más o menos 600 rupias por cada kilogramo de azufre.

La capacidad de adaptación del ser humano puede llegar hasta límites insospechables y altamente peligrosos; como el grupo étnico de los Bajau, que descienden hasta 30 metros de profundidad para pescar en apnea -muchos mineros de Ijen pueden contener la respiración durante largos períodos de tiempo y algunos han desarrollado los músculos de los hombros de cargar durante años pesadas canastas meseta arriba y abajo.

En las últimas cuatro décadas, 74 mineros han muerto contaminados por el gas que desprenden las fumarolas instaladas en el interior del volcán. Ese humo no es vapor, sino sulfuro de hidrógeno y dióxido de azufre tan concentrados que queman los ojos y la garganta, y con el tiempo puede llegar a carcomer hasta los dientes.

Caminando entre nubes venenosas, los mineros son el sostén de sus familias a corto plazo y lo saben, sin embargo están dispuestos a negociar sus vidas y asumir los riesgos porque aquí ganan mucho más dinero que en otros puestos locales. Desde julio de este año el gobierno de Indonesia declaró una alerta por el nivel de actividad del volcán, advirtiendo a los residentes y turistas que se mantengan alejados a un radio de 1,5 Km del cráter… pero como cada día, más de 200 mineros siguen rompiendo y cargando las brillantes piedras del mineral amarillo.

Fotografías: nertog - Walk With Me, t-bet y Nate Robert.