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La mentira de un periodista que se ha descubierto más de 10 años después

Brian Williams (NBC) aseguró en 2003 que viajaba en un helicoptero que fue alcanzado por dos cohetes en Irak, una historia desmentida ahora por uno de los ocupantes de la aeronave

Brian Williams (d) durante el tributo al veterano retirado (NBC)
Brian Williams (d) durante el tributo al veterano retirado (NBC)

Su mentira se ha mantenido en pie durante más de una década, pero finalmente se ha terminado derrumbando dejando tras de sí un reguero de víctimas; la primera de ellas su credibilidad, la segunda la del medio de comunicación que le paga (la cadena estadounidense NBC) y finalmente la tercera la del propio sector periodístico que con casos así vuelve a tener que agachar la cabeza y empaña la brillante labor que están realizando cientos de periodistas a lo largo y ancho del mundo.

El protagonista de esta historia se llama Brian Williams y estos últimos días se ha visto obligado a rectificar una historia que ha sostenido desde el año 2003. ¿Iba el veterano reportero en un helicóptero que fue alcanzado por dos cohetes durante la invasión de Irak? La respuesta por fin se sabe con certeza: absolutamente no.

Pese a que había fallos en la historia y cabo sueltos, Williams había logrado defenderla hasta hace apenas una semana cuando en un partido de los New York Rangers en el que se hizo un homenaje a un veterano, el periodista volvió a reiterar su historia. Pero esta vez sí se encontró con una respuesta.

Concretamente, la del ingeniero de vuelo Lance Reynolds, que decidió comentar, a través del Facebook del programa del reportero en la NBC, lo que había pasado exactamente.

Homenaje en Estados Unidos a uno de los caídos en guerra (AP)
Homenaje en Estados Unidos a uno de los caídos en guerra (AP)

“Lo siento amigo, pero no recuerdo que estuvieras en mi avión. Recuerdo que viniste caminado una hora después de que aterrizamos y me preguntaste qué había ocurrido. Luego recuerdo que tú y tus chicos cogisteis otro avión de otra unidad y os marchasteis a Kuwait para contar tu ‘historia de guerra’. El mismo tiempo en el que nosotros estábamos en Irak atrapados e intentando arreglar la aeronave, poniendo en peligro nuestra seguridad”.

No se quedó aquí el alegato de Reynolds porque en la publicación militar Stars and Stripes explicó por qué había decidido contar la verdad ahora, tanto tiempo después, y demostrar que el periodista había falseado la historia.

“Tuve mucha suerte de sobrevivir. Siento que es una experiencia personal en la que alguien más quería participar, pero no se lo merecía”, explicó.

Descubierta la farsa y con su credibilidad ya hecha añicos a Williams no le ha quedado más remedio que dar marcha atrás. En una larga respuesta a Reynolds admite que se confundió de aeronave y dice que se trató de un error.

Un error en el que el propio reportero terminó siendo protagonista de la historia, una máxima que todo buen periodista sabe que no debe cumplir nunca. Debe ser el observador, no intentar convertirse él mismo en noticia.

“Yo no habría elegido cometer este error. No sé por qué, pero metí la pata y algo en mi mente me hizo confundir una aeronave con otra”, se justificó también en la revista Stars and Stripes.

Fin a una historia que nunca se debía haber producido y que crea un precedente muy peligroso en el periodismo. Ojalá que nadie siga su (mal) ejemplo.