La foto de dos recién casados en Washington da la vuelta al mundo

La feliz pareja, en la foto que ha dado la vuelta al mundo. (Meryl Schenker Photography/Facebook)
La feliz pareja, en la foto que ha dado la vuelta al mundo. (Meryl Schenker Photography/Facebook)

Las apariencias nos dirían que los dos señores con pintas de rudos abuelos han detenido una apacible tarde de pesca o de caza o tala de árboles para construir sillas con sus propias manos o de cualquier otra actividad que sugiere su aspecto de hombres de bosque con largas barbas, camisas de cuadros y gorras de béisbol con lo que parece imitar un estilo militar.

Lo habrán hecho para meterse en un entorno -¿una oficina? ¿un juzgado?- en el que no se les ve muy preparados para estar, a juzgar por sus vestimentas. Levantan la mano como jurando algo, quizá cumpliendo con el estereotipo del patriotismo del hombre del bosque.

[Relacionado: Steve Crecelius, el marido y padre de seis hijos que resultó ser una mujer]

A lo largo de su vestuario -funcional, por supuesto- encontramos logos eternamente asociados, en la era del consumo y de las marcas, a la virilidad moderna: está el de Harley Davidson, por ejemplo. El de una compañía de camiones. El fabricante de armas Winchester. Y, pinchada en el forro polar del abuelo de la izquierda, la bandera gay.

Porque las apariencias engañan. Y estos apacibles abuelos con pinta de tópico masculino lo que están haciendo es casarse.

Es una de las imágenes de la semana: esta pareja homosexual anónima que por fin, tras lo que se intuye que han sido años de relación, puede casarse en el Estado de Washington, al noroeste de Estados Unidos, después de que el matrimonio gay haya sido aprobado en las pasadas elecciones generales; una decisión que ratificó el gobernador Chris Gregoire la semana pasada y que permitió que, a finales de la semana pasada, cientos de parejas de gays y lesbianas pudieran pedir cita a partir del domingo.

[Relacionado: La tragedia que "te podría pasar a ti" rompe el corazón a Estados Unidos]

Cada vez que un Estado aprueba el matrimonio gay suele provocar una retahíla de conmovedoras imágenes de parejas celebrando el fin de varios años juntas sin que se les permitiera oír el "sí, quiero" en boca de su compañero; ni podían considerarse casados, con todas las connotaciones que cada uno quiera añadirle al matrimonio; ni siquiera tenían derecho a ser considerados familia ni nada más que un amigo a ojos del Gobierno.

Estas celebraciones, retratadas en fotos que luego reparte el propio Ayuntamiento, siempre muestran un lado de la vida homosexual más estable y menos camp que el que suele aparecer en los medios de comunicación tradicionales. Pero muy pocas rompen tantos tópicos, tantos esquemas de la concepción superficial de la cultura gay, que estos dos señores maduros, vestidos como si vinieran de arreglar un coche o de matar a un cerdo para la barbacoa del domingo, compartiendo el que será, ahora sí y tal vez para siempre, el momento más importante de su vida en pareja.

Fuente: Yahoo! España
La foto de dos recién casados en Washington da la vuelta al mundo