La discriminación que sufren las embarazadas en Estados Unidos

Peggy Young ha llevado su caso hasta la Corte Suprema. (AP/Jacquelyn Martin)
Peggy Young ha llevado su caso hasta la Corte Suprema. (AP/Jacquelyn Martin)

Jamie Cole perdió su empleo en un centro de rehabilitación cuando su doctor le aconsejó disminuir la carga física; Peggy Young debió abandonar su trabajo en la empresa de mensajería UPS cuando su supervisor se negó a ofrecerle labores más ligeras; Wal-Mart despidió a Heather Wiseman por “insubordinación” cuando ella insistió en llevar consigo una botella de agua… Estas tres mujeres tenían algo en común: estaban embarazadas.

La discriminación laboral contra las gestantes persiste en Estados Unidos, a pesar de las frecuentes demandas interpuestas por la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC), un organismo federal encargado de investigar y llevar a la justicia las denuncias por tratos discriminatorios. Tres leyes federales protegen sus derechos, en especial la Pregnancy Discrimination Act, de 1978, pero algunas cortes han interpretado los textos legales en detrimento de las litigantes. Una nueva legislación, la Pregnant Workers Fairness Act, espera desde 2012 por su aprobación en la Cámara de Representantes.

Episodios de discriminación

Las quejas por discriminación contra las embarazadas aumentaron en 43 por ciento entre 1997 y 2011, según datos de la EEOC. En ese período las demandantes recibieron beneficios por más de 196 millones de dólares, solo en los casos resueltos mediante acuerdos con los empleadores. En los últimos tres años la comisión ha obtenido 3,5 millones de dólares en litigios.

Las mujeres embarazadas también sufren discriminación cuando buscan empleo.
Las mujeres embarazadas también sufren discriminación cuando buscan empleo.

La lista de violaciones es extensa: negarse a contratar o promover a mujeres después de que informan de su embarazo; despedir o degradar a empleadas por esa misma razón; limitar las oportunidades de trabajo por motivos de seguridad; rechazar solicitudes de acomodamiento por determinadas restricciones que impone la gestación, aunque similares atenciones sean proporcionadas a otros empleados; exigir certificados médicos no requeridos; no permitir el regreso al trabajo de las madres lactantes y tomar represalias contra quienes se hayan quejado por la discriminación.

Las embarazadas obligadas a continuar trabajando aun en contra de las indicaciones médicas, pueden enfrentar complicaciones como los nacimientos prematuros, bebés con bajo peso, hipertensión, aborto y anomalías congénitas. Varias fuentes señalan que el costo de los acomodamientos no suele rebasar los 500 dólares por cada caso, un gasto retribuido con creces por la lealtad de las beneficiadas, el incremento de la productividad y la retención de una fuerza de trabajo ya formada.

Las mujeres negras, en empleos de bajos salarios, son las más vulnerables. (AP Photo/Sue Ogrocki, File)
Las mujeres negras, en empleos de bajos salarios, son las más vulnerables. (AP Photo/Sue Ogrocki, File)

El impacto económico

En el 40 por ciento de los hogares estadounidenses con niños y adolescentes hasta 18 años las mujeres constituyen la única o la principal fuente de ingresos, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew. Esa proporción se ha casi cuadruplicado desde 1960.

Sin embargo, las mujeres que mantienen solas a sus familias viven, en general, bajo difíciles condiciones financieras. Esas 8,6 millones de madres solteras subsisten con un ingreso medio de 23.000 dólares, menos de la mitad de la media nacional para todas los hogares con niños en Estados Unidos.

La situación empeora en el caso de las empleadas en puestos con bajos salarios. La mayoría de ellas, mujeres afronorteamericanas, realizan labores que exigen una importante carga física. Sus demandas de acomodamiento suelen ser rechazadas.

¿Qué sucede entonces cuando una de estas futuras madres es despedida o enviada a casa con una licencia sin salario? ¿Cómo pagar el costo de los cuidados prenatales, el parto y luego las consultas para el recién nacido, estimado en varios miles de dólares, si no están cubiertas por un seguro? La discriminación contra las embarazadas puede ensombrecer no solo el presente de una mujer, sino también el futuro de una familia completa.