Anuncios

La última víctima del cambio climático: el sexo

Los que hemos vivido en el trópico conocemos la escena: cuando el termómetro arde por encima de los 35 grados Celsius (95 Fahrenheit), los cuerpos solo piden frescor. El deseo sexual se sofoca en los días más tórridos del verano. Y si no existe la climatización que resucita los ardores, entonces mejor lo dejamos para mañana.

Las calenturas planetarias amenazan con enfríar otras calenturas (Foto: Corbis). 
Las calenturas planetarias amenazan con enfríar otras calenturas (Foto: Corbis).


Un equipo de científicos estadounidenses decidió explorar esos pasajes de apatía estival. El resultado es el reporte “¿Quizás el mes próximo? Los golpes de calor, el cambio climático y los ajustes dinámicos de la tasa de natalidad”, que ha provocado cierto revuelo en la prensa anglófona.

Los titulares más sensacionalistas acusan al cambio climático de asesinar las ganas de copular. La hipótesis del estudio, llevada al extremo, anunciaría la extinción de la especie humana por falta de pasión en el lecho. A la lista de desastres naturales que avizoran los paneles sobre el calentamiento global se sumaría esta noticia. Ni siquiera podremos recibir el cataclismo planetario en medio de un buen orgasmo…

Coito en tiempos de calor

La investigación, dirigida por el profesor Alan Barreca de la Tulane University, en Nueva Orleans, revisó las estadísticas de natalidad en Estados Unidos entre 1931 y 2010. Los científicos descubrieron que un incremento de los días con temperaturas por encima de 26 grados Celsius (80 Fahrenheit) afectaba de manera significativa el número de nacimientos entre ocho y 10 meses más tarde.

"El calor extremo podría elevar el costo fisiológico del coito en un día fértil determinado, lo cual conduciría a un cambio en la frecuencia coital en los días siguientes”, afirman, en un lenguaje poco romántico, pero comprensible.

Las olas de calor podrían reducir la tasa de natalidad en las próximas décadas (EFE/Archivo)
Las olas de calor podrían reducir la tasa de natalidad en las próximas décadas (EFE/Archivo)

Esas fluctuaciones en pasadas décadas no anuncian nada bueno. Según el reporte, si la cantidad de jornadas muy cálidas se triplica en Estados Unidos para finales de este siglo, la tasa de natalidad caerá 2,6 por ciento con respecto a la de 1970, o sea, nacerán alrededor de 107.000 estadounidenses menos cada año.

El declive en la fertilidad podría compensarse gracias a un equipo muy popular en las zonas cálidas del planeta: ¡el aire acondicionado! De hecho, reconocen los autores, el uso de la climatización ha atenuado el efecto de las altas temperaturas desde la década del 70. Y no, la investigación no fue financiada por una compañía de electrodomésticos… o al menos nada ha trascendido al respecto.

La relación directa entre días calurosos y menos nacimientos ha recibido algunas críticas en la comunidad científica. En rigor, las regiones más fértiles del planeta se sitúan en países cálidos, todos comprendidos entre el Trópico de Cáncer y el de Capricornio. Pero allí influyen otros factores como el acceso a métodos anticonceptivos, la educación sexual y las oportunidades de estudios y empleos para las mujeres.

El calor mata, de veras

Investigaciones anteriores han revelado que el calor excesivo perjudica la salud reproductiva de los humanos. La exposición a altas temperaturas por un tiempo prolongado reduce los niveles de testosterona, afecta la calidad del semen y genera trastornos en los ciclos menstruales.

La producción de espermatozoides disminuye bajo el efecto de las altas temperaturas.
La producción de espermatozoides disminuye bajo el efecto de las altas temperaturas.

En los mamíferos, la elevación en apenas un grado Celsius de la temperatura testicular disminuye la producción de esperma en un 14 por ciento. Además, el número de espermatozoides con anormalidades morfológicas crece hasta en un 60 por ciento luego de haberse sometido a un intenso calor.

Expertos consideran que el conteo de espermatozoides descendió a razón de dos por ciento anual en las últimas dos décadas del siglo pasado. Sin embargo, esas conclusiones han sido cuestionadas por otras fuentes científicas que señalan los resultados contradictorios de los estudios al respecto.

Apostemos por el escepticismo. Digamos que no, unos grados más en el termómetro no evitarán que millones de humanos se entreguen a los placeres sexuales. Pero si las predicciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático se realizan… En un planeta agobiado por intensas sequías, malas cosechas, el alza del nivel del mar, las guerras civiles por recursos cada vez más escasos como el agua potable, frecuentes epidemias, pobreza creciente, ¿seguiremos procreando como si nada ocurriese?

El aire acondicionado puede salvar una noche de pasión. Al planeta y sus habitantes no les bastará ese alivio artificial.