Hungría reconoce su culpa en el Holocausto 70 años después

El primer ministro Orban admite la participación de muchos húngaros en Auschwitz y homenajea a los judíos húngaros que murieron en el campo de exterminio.

Viktor Orban da un discurso en un cementerio judío en Budapest. (AP)
Viktor Orban da un discurso en un cementerio judío en Budapest. (AP)

Se cumplen 70 años desde que el Ejército Rojo entró en el campo de concentración de Auschwitz (Polonia) y liberó a sus prisioneros. Era 27 de enero de 1945 y los supervivientes ponían fin a meses de dolor, sufrimiento y sobre todo muerte. Porque los nazis, en una demencial espiral de aniquilación, exterminaron a más de 1 millón de personas en apenas 3 años. Fundamentalmente judíos, pero también gitanos o cualquier persona que no cumpliese el prototipo de raza aria.

Así, este aniversario sirve como homenaje a los caídos, como recuerdo a esas víctimas, y sobre todo como una mancha vergonzosa para muchos países y ciudadanos que colaboraron activamente en este proyecto. Además del arrepentimiento, es el momento de pedir perdón y ya hay algunos que se han puesto en marcha. El mejor ejemplo, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, que por fin ha hablado sobre el tema para mostrarse contundente sobre la forma de proceder de su país durante la II Guerra Mundial.

“Durante la IIGM, nos mostramos indiferentes cuando deberíamos haber ayudado y hubo muchos húngaros que eligieron el mal por encima del bien, que eligieron actos vergonzosos en lugar de los honestos. El gobierno húngaro, expresando el dolor  y la pérdida por la gente húngara, va a participar en Auschwitz para recordar a las víctimas del Holocausto”, manifestó en un homenaje a los soldados judíos de su país que murieron defendiendo las fronteras de Hungría durante la I Guerra Mundial.

Sin embargo, el papel más cuestionable es en la II Guerra Mundial, cuando en apenas dos meses, después de que las fuerzas alemanas ocuparon el país, cientos de miles de personas fueron enviadas a Auschwitz. Se estima que el número de judíos húngaros que fueron exterminados en el campo de concentración asciende a unos 430.000; una cifra muy alta respecto al total de 1,3 millones, aunque tantas décadas después aún sigue sin saberse el número exacto de víctimas.

El paso, que puede parecer baladí, es muy importante porque es la primera vez que Hungría, en boca de su presidente Orban, se muestra tan contundente sobre el Holocausto. Hasta ahora había mostrado una posición ambigua con el objetivo de lograr réditos electorales que había sido muy criticada por las congregaciones judías del país, pero que no han dudado en alabar las palabras con las que ha puesto fin a las dudas.

Orban es visto con mucho recelo en Europa, ya que ha mostrado siempre un discurso batallador con el Fondo Monetario Internacional y con la Unión Europea, apelando a valores de identidad nacional. Ultra conservador, tiene un enorme apoyo popular en su país y con su mayoría (45% de los votos en las últimas elecciones) ha intentado algunas medidas muy controvertidas como una ley de Internet que iba a reducir la libertad de prensa. También aprobó una Constitución nueva que refleja su forma de entender el mundo. Pero el pueblo húngaro le apoya y con sus contundentes declaraciones sobre el Holocausto ha despejado muchas incógnitas.

Y es que al final, lo que de verdad importa, es que el 27 de enero haya unidad y cohesión en todo el mundo para mostrar repulsa por lo que se vivió en Auschwitz hace más de 7 décadas. Una crueldad que ojalá nunca llegue a repetirse.



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